lunes, 22 de diciembre de 2008

Lo dijo Hans Magnus

He escrito esto un poco rápido, sin darle demasiadas vueltas al asunto. Quería dejarlo escrito, ahora que cada vez aparece menos en la tele. Y es que, si algo no sale en la tele, no existe.

En su ensayo Perspectivas de guerra civil, Hans Magnus Enzensberger habla de la pérdida de sentido de las revueltas. Antes parecía que las guerras civiles, las revoluciones, se hacían por alguna causa, por equivocada o perversa que esta fuera, pero durante los últimos años, cada vez hay más guerras que no podemos explicar: no son una revolución, no hay una patria que defender, ni una religión, ni unas ideas. Simplemente, la voluntad de la guerra. Un montón de guerras eternas en África, sustentadas por los señores de la guerra, sin ningún interés más allá de perpetuar el combate. Nadie gana, ni nadie pierde. Pero no sólo en África encontramos esto. También en el corazón del primer mundo: barrios sumidos en constantes luchas entre bandas, sin más objetivo que pelear unos con otros. En sus palabras, hay un gran componente nihilista (Knut, va por ti...) en toda esta gente: su violencia no tiene ningún objetivo, más allá de perjudicarse a sí mismos. En concreto, Hans Magnus se centra algo más en los ghettos que han surgido en las ciudades europeas y estadounidenses, donde el único fin de las bandas es la degradación de su propio entorno: en países donde el estado se encarga de suministrar parte del bienestar social, la violencia se dirige contra los símbolos de este bienestar: se atacan las escuelas públicas, los centros de salud, el mobiliario urbano... Hasta conseguir que el estado deje de invertir en esos barrios.

Pero no sólo son las bandas quienes han entrado en esta espiral de la violencia por la violencia. También los supuestos movimientos comprometidos parecen haber olvidado todas las ideas, y haberse limitado a la protesta. Es lo que estamos viendo en Grecia. Todos sabemos cuál es la causa de las protestas, pero ¿qué pide esa gente?¿A qué va a conducir todo eso? Ellos mismos responden: "No tenemos nada que perder, ¿qué importa lo que queramos?"

Sigue habiendo protestas, pero no hay una alternativa. Aún arrastramos el efecto de la contracultura, la sobrevaloración de lo estético, donde lo importante no es conseguir un efecto político, si no la apariencia de los subversivo. No quiero repetirme demasiado, así que pego una parte de lo que ya dije en esta entrada:
a contracultura se ha ido convirtiendo en la única alternativa "de izquierdas", y, al ser la contracultura una postura completamente nula políticamente, es como haber barrido del mapa a la izquierda. Desde el momento, allá por los años 60, en que era mucho más combativo y revolucionario fumarse unos porros o ir a un concierto que luchar por mejores condiciones laborales, la contracultura ha jugado a favor de los conservadores. Al negar toda acción política que no supusiera un cambio total del sistema, se han condenado a la inacción, pero, sobre todo, se han convertido en una élite intelectual y estética autocomplaciente, y, lo que es peor, demasiado convencidos de ser la punta de lanza de la revolución.
Para quien haya llegado hasta aquí, y le apetezca seguir con el tema, dejo este enlace.

sábado, 20 de diciembre de 2008

The Bank Job

El otro día, en casa de unos amigos, estábamos echando una ojeada a la "cartelera" de novedades en Dos Punto Cero Visión, y, no sé por qué, acabamos poniendo "The bank job". De lo primero que te das cuenta es de lo mal elegido que estaba el cartel: con esos tonos metalizados, esos grises y azules tan de peli de acción cutre... y la presencia de Jason Statham era el mayor factor de duda... ¿estaría la peli más cerca de "Lock and Stock", o de la saga de "Transporter"? Por suerte, estaba más cerca de la primera, no sólo visualmente, si no que tienen bastantes paralelismos en sus historias.

En "Lock and Stock" teníamos a un grupo de chavales, con algún que otro trapicheo, pseudo criminales de poca monta, que quieren dar un golpe demasiado grande para ellos. Así que se ven metidos en algo que no pueden controlar, con gente que está muy por encima de ellos en el mundillo del hampa (cómo me gusta esa palabra) y metiéndose en demasiados problemas. En "The bank job" se pasa del protagonismo más repartido entre el grupo de amigos a un liderazgo más claro de Statham, cosa que hace resentirse un poco la película, ya que no es demasiado expresivo...

The Bank JobAl principio de la película nos dicen que está basado en un hecho real, un atraco a un banco a pricipios de los años setenta, y que, al parecer, está rodeado de bastante misterio. He de reconocer que siento bastante debilidad por esta ambientación setentera, bastante deudora de películas como "Bullit", aunque, evidentemente, sin Mc Queen, o sin esa increíble banda sonora... Pero el aspecto retro está bastante cuidado, con una fotografía que sabe atrapar esos colores tan propios de la época. Volviendo a la historia, en este Londres setentero, hay una especie de activista por los derechos civiles, bastante incendiario en sus declaraciones, pero con un turbio trasfondo de tráfico de drogas, prostitución, etc, llamado Michael X. En definitiva, toda una joya, y bastante molesto para el gobierno británico, pero con un as en la manga: unas fotos de una princesa de la casa real británica bastantes comprometidas, con lo que no pueden echarle el guante, o desatarían un escándalo. Sin embargo, alguien sabe dónde tiene escondidas estas fotos, y aquí es donde Statham entra en juego: es un (aparentemente) honrado vendedor de coches usados, pero con cierto oscuro pasado, y algunos apuros económicos... Y una antigua novia va a proponerle un plan que no podrá rechazar: tiene un amante que le ha dicho que va a haber un cambio de alarma en un banco, y su cámara de seguridad no tendrá sistema de alarma durante un fin de semana. Sólo necesita un grupo de gente de confianza para entrar, coger todo lo que se pueda y huir. Sin embargo, a Statham todo esto no le huele muy bien, y sospecha que hay algo oculto... no sabe que están haciendo el trabajo sucio para unos jefazos del MI5, el servicio de inteligencia británico.

No tardan en ponerse manos a la obra, tratando de pasar desapercibidos, excavando un túnel bajo el banco... hasta que un radioaficionado escucha una de sus transmisiones de walkie talkie y decide avisar a la policía. Así que ya tenemos, por un lado, a la policía tratando de saber dónde se está produciendo el robo, y al MI5 tratando de entorpecerlos. Y aquí vuelven los paralelismos con "Lock and Stock": el cúmulo de casualidades, todo ese perfect timing de errores y confusiones. Y en cuanto entran en la cámara acorazada, el homenaje a "Lock and stock" se hace aún más evidente: han robado a un pez gordo de la mafia, que tratará de recuperar lo robado por sus propios medios, y a un montón de gente importante más, que tenía guardado en ese banco algunos secretos muy turbios. Sin embargo, mientras en "Lock and stock" los chavales eran una panda de inútiles que se veían arrastrados sin saber qué hacer, aquí Statham engaña a todo el mundo, sabiendo que tiene algo muy valioso en sus manos (los trapos sucios de gente demasiado importante...) y a la vez demasiado peligroso. Así que tiene que tratar de escapar de todos los que lo persiguen, usando una vieja estrategia: divide y vencerás.

No voy a contar más para no destrozar la película... por que lo más interesante son todos estos juegos de manos, las fintas en las fintas de las fintas... Quizá el género esté muy explotado por la ya mentada "Lock and stock", o los trucos de "Oceans' 11", sin embargo, en esta película tienen una madeja bastante liada, y consiguen resolverlo todo de una forma muy interesanta.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Cumpleaños

Ya han pasado tres años desde el primer post que puse aquí, desde que me picara el gusanillo de ir escribiendo de vez en cuando... Ya había escrito algunas cosillas en otro blog, pero decidí hacer borrón y cuenta nueva, empezar con esto un poco más en serio. Y poco a poco he ido añadiendo nuevas entradas, poniendo y quitando cosas de la columna a la derecha, prometiendo mil y una veces tratar de escribir más regularmente, y, al final, escribiendo sólo de vez en cuando.

Editando: Había dejado programada esta entrada, y al final se publicó el borrador que tenía... han sido unos días de bastante jaleo, y no me dio tiempo a terminarla. Bueno, tampoco tenía mucho que decir, aunque me hubiera gustado poder hacer una reflexión medianamente inteligente sobre lo que hemos pasado durante estos tres años el blog, yo, y vosotros, queridos lectores, y más queridos aún comentaristas :) Han cambiado los temas, a medida que iba descubriendo nuevas aficiones, o perdiendo el interés poco a poco por las antiguas, y he ido mezclando la más baja infracultura (como ese juego de C) con cosas un poquito más elevadas :) Pero en el fondo, el primer espíritu del blog sigue ahí.

Gracias a todos por leerme. Sin lectores, esto no hubiera sido posible

sábado, 13 de diciembre de 2008

Unix para aprendices de mago

El otro día, leyendo un foro, me encontré una auténtica joya: un PDF con un manual de Unix para novatos... pero no para cualquier tipo de novato. Se llamaba: "Unix for the Beginning Mage" (descarga aquí, PDF de 571k).

Unix MagesEn el tutorial, te enseñarán a manejarte para poder habitar en una de las diversas Torres de Nix, y los principios básicos para aprender a lanzar conjuros. Tomándoselo con humor, y con mucho ingenio, el autor, Joe Topjian, va haciendo una introducción muy rápida al uso de la consola, las estructuras de directorios, el uso de los comandos y el resto de la filosofía de Unix. Te enseña a teletransportarte con cd, a iluminar habitaciones sombrías con ls, a crear unas nuevas con mkdir. También te enseña el potente rm, y cómo debes pensar mucho antes de usarlo, pues en Unix no se puede traer a los muertos de vuelta del cementerio (We say rm is dangerous since you cannot raise dead files from the grave in Unix!).

Si alguno de vosotros nunca se ha animado a probar algo distinto a Windows, esta es una buena oportunidad para probar. Y si otros ya habeis usado algún hijo bastardo de Unix, seguro que os gusta el manual, y además se lee en apenas media hora ;) Y además, en el blog Unix Mages hay otros tutoriales, algo más avanzados.

martes, 9 de diciembre de 2008

Visiones divergentes

El planteamiento de Funny Games, de Haneke, y Hard Candy, de David Slade, es, en principio, bastante similar: en la primera, una familia acomodada, pudiente, se dispone a pasar el fin de semana en su casa de campo, hasta que un par de jóvenzuelos perturbados aparecen en su puerta para convertirlos en las cobayas de su juego mortal. En la segunda, el protagonista es un reconocido fotógrafo, y su torturadora, una adolescente.

Hard CandySus parecidos son aún mayores a nivel estético: todo es muy limpio, muy blanco, aunque es "Hard Candy" la que más cuida el aspecto visual. Quizá sea esa la diferencia entre las dos películas: la elección entre ética o estética. Y en "Hard Candy" se han decantado por hacer una película demasiado estética, demasiado visual, con una fotografía muy brillante, saturada... encuadres extraños, buscando despistar al espectador, hacerlo sentir incómodo.

Pero, aparte de estas similitudes superficiales, las diferencias son mucho más profundas. Haneke busca que te distancies de su película, que veas toda esa violencia desde lejos, busca que no te involucres en ella para que puedas tratar de juzgarla más objetivamente. Hay muchos análisis de "Funny Games", así que no pretendo entrar en más detalle. Haneke simplemente te muestra esas escenas violentas, para que reflexiones acerca de esa misma violencia: la violencia en la vida real, y la violencia en el cine, y cómo nos enfrentamos de maneras muy distintas a cada una deMichael Haneke ellas. Pero Slade busca todo lo contrario: hacer que te metas en la película, que empatices con la chica protagonista, o con el fotógrafo. Por que la violencia mostrada en las dos películas es muy, muy diferente: en "Funny Games" no tiene sentido, es violencia por la violencia, pero en "Hard Candy" sí está justificada. Esto supone el mayor contraste entre las dos películas: "Funny Games" es incómoda, por que no tiene sentido, no sabemos qué pasa. Pero "Hard Candy", a pesar de todas estas similitudes, es una película completamente inofensiva. Y es inofensiva, por que, a diferencia de "Funny Games", no te hace pensar. Te presenta unos hechos, te explica qué está pasando y por qué, te lo da todo mascado.

"Hard Candy" pretende ser una película alternativa, arriesgada. Pero en el fondo no es nada más que una especie de travesura inocente. No quiere, o no puede, ir más allá. Por que lo arriesgado en "Funny Games" no es la violencia que muestra, y esto es lo único que ha sabido copiar David Slade.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Las ratas abandonan el barco

Parece que está cambiando el signo de los tiempos. El País está abandonando la defensa cerrada de los intereses de sus amos, y se está permitiendo publicar alguna noticia levemente crítica contra esos que nos acusan de ladrones. Sin embargo, no todo iban a ser noticias positivas, pues no en vano, El País es uno de los medios más furibundos con ese ente abstracto que es internet. Así que no puede simplemente reconocer que han estado defendiendo los intereses equivocados, no. Ya sabemos que hay gente que no se equivoca nunca, pues son los únicos proveedores de verdad absoluta.

Así, ahora, el periódico se ha convertido en el paladín de los internautas, en el líder de sus opiniones, en la guía de este rebaño, que hasta ahora vagaba en su estupidez, a la espera de un mesías proveniente de las altas instancias de los medios. Hace unos días, en El País se publicaba un antidecálogo, tratando de refutar las mentiras del ministerio de cultura. Unos días más tarde, la Asociación de Internautas escribía una carta al ministero de cultura para pedir la retirada de la campaña. Por lo tanto, ha sido El País quien ha organizado toda la crítica a esta campaña. Es un razonamiento impecable. En sus propias palabras:
Conviene recordar que ELPAÍS.com ha publicado esta semana un 'antidecálogo', en el que también se analiza la campaña de un modo crítico, noticia que generó un intenso debate en internet. (Ver noticia)
Todo este debate ya estaba presente en internet antes de que apareciera ese famoso antidecálogo. De hecho, si nos leemos bien ese antidecálogo...
No obstante, el decálogo ha sido refutado punto por punto por las asociaciones de internautas, blogs y otros colectivos ciudadanos relacionados con la Red. Este es el antidecálogo basado en sus opiniones
¿En qué quedamos? Me parece bien que El País deje de ser un simple lacayo de la SGAE y sus socios de gobierno, y empiece a ser una entidad un poco más crítica. Pero, por favor, que no nos tomen por tontos. Que no pretendan convertirse en lo que no son, pues ya existen voces y opiniones que resultan mucho más creíbles que la suya. Si alguien ha generado un debate no ha sido El País, en este cambio de chaqueta que resulta muy sospechoso, si no los que llevan años manteniendo estas opiniones, frente a las campañas de engaños que ha protagonizado el periódico, alentado por la mano que le da de comer.

viernes, 5 de diciembre de 2008

¿La caída de Connolly?

Por aquí ya he hablado alguna vez de John Connolly y su criatura: Charlie "Bird" Parker. Desde el primer momento en que entré una vez de rebote en el hilo que abrieron sobre él en Sedice, supe que había encontrado algo que me iba a gustar. Poco después, buscando algo en la biblioteca del barrio, encontré el primer volumen de la saga de Charlie Parker, y desde entonces se convirtió en uno de mis escritores favoritos, o al menos, sus novelas se convirtieron en unas de mis preferidas. En la entrada que he enlazado un poco más arriba intenté explicar someramente qué es lo que hay en una novela de Connolly: esa mezcla entre la novela negra más clásica, con un detective estilo hardboiled, al que la vida ha tratado bastante mal. Parker es una revisión actual del Sam Spade de Hammett, o del Philip Marlowe de Raymond Chandler. Sin embargo, mientras estos dos detectives son las herramientas para narrar una historia, en las novelas de Connolly Parker es más que eso. No es un instrumento que permita ir tirando del hilo, si no que es parte del hilo. Deja de ser un simple investigador, frío, distante, para convertirse en juez y parte en las historias. No es un personaje, si no una persona. Conocemos sus pensamientos, sus emociones, podemos empatizar con él, y conseguir ver la acción a través de sus ojos de una manera cercana.

Por eso sus novelas son tan adictivas: en apenas un par de páginas, ya te has metido en la historia, y con una prosa muy ágil, los hechos se van sucediendo sin descanso a lo largo de toda la narración. Desde el comienzo de "Todo lo que muere" van a entrar en juego dos realidades, normalmente separadas, pero para las cuales Charlie Parker servirá de punto de unión: el mundo tal y como lo conocemos, y una realidad fantasmagórica paralela a la nuestra. La primera novela es la toma de conocimiento de Parker de este otro mundo, es una experiencia iniciática, una catarsis que le permitirá deshacerse en gran parte del legado mundano que lo estaba arrastrando en una espiral de autodestrucción. A través del contacto con los seres de este otro mundo, Parker podrá redimirse, encontrando el punto de equilibrio entre la luz y las sombras, entre el relato policíaco y de novela negra y el de terror.

Por otro lado, también sabe explotar esta dualidad del mundo en otros relatos, ya mucho más cercanos al terror, pero moviéndose en distancias mucho más cortas, aunque es cierto que en algunos de los que componen la recopilación "Nocturnes" flojean, y, sobre todo, que el relato más interesante es el protagonizado por Parker.

A medida que voy leyendo lo que va publicando, parece que Connolly sabe moverse mejor en el lado más terrenal de sus historias, pues las novelas de Charlie Parker se van haciendo más difusas a medida que va sumergiéndose en ese reverso tenebroso del mundo. Cada vez las historias van perdiendo contenido y dando más vueltas en torno a puntos muy etéreos de la narración, enredándose en descripciones de lo trascendental en las historias. O quizá sea el agotamiento de una fórmula, o del personaje de Parker, no lo sé. ¿Está Connolly descendiendo lentamente hacia la más vil mediocridad, hacia la medianía?

John ConnollyCon la lectura de "Bad Men", su primera novela independiente del ciclo de Charlie Parker, estoy sufriendo una pequeña decepción. Cronológicamente, su publicación (2003) está entre el cuarto libro de Parker (El camino blanco), en 2002 y la de "Nocturnes", en 2004. Hay algo que no me está gustando demasiado en esta novela. ¿Es que no está Charlie Parker? Quizá, pero, desde luego, no es sólo eso, si no también una cantidad excesiva de narrativa circular, intrascendente, descripciones reiterativas de los mismos personajes, y, sobre todo, vulgaridad. Hasta ahora, los personajes de Connolly sabían expresarse con corrección, al menos, corrección formal. También es cierto que la traducción le daba un nivel discursivo un poco más alto que en inglés, pero con esta novela no hay excusa que valga, los personajes usan un vocabulario y unas formas de expresión demasiado vulgares... y, por otro lado, algunos capítulos que no tienen ese toque del autor, esa atmósfera sombría que sabe conferir a sus escenas. Los personajes más oscuros no son (de momento), como en las otras novelas, puntos de intersección entre las dos realidades, si no psicópatas más cercanos al slasher, con algunas escenas que recuerdan a los "Renegados del diablo" de Rob Zombie, y, algo que no sé si es atribuíble a Connolly o a mí es una narración demasiado fragmentada, continuamente saltando de aquí para allá, con personajes que aparecen y desaparecen. Esto crea dos problemas: el primero, alguna que otra confusión, y el segundo, lo que comenté antes acerca de la repetición, por la necesidad de reintroducir personajes de los que se había perdido el hilo.

Pero aún queda esperanza, por que todavía me faltan unas cuantas páginas de este libro, y además, me falta leer el último (de momento) libro de Charlie Parker. Y una sensación de duda respecto a las posibles adaptaciones cinematográficas de alguna de sus novelas, que parecen estar ya en preparación. Una de ellas, sobre un relato de "Nocturnes" y otra, sobre la novela que acabo de vilipendiar. Veremos...

lunes, 1 de diciembre de 2008

World of Goo!

Sigue la racha de videojuegos en este blog. Pero esta vez no se trata de volver a instalar juegos antiguos, si no de probar uno nuevo: World of Goo.

En el mundo del videojuego, hasta hace unos años, parecía que la tendencia era a producir cada vez juegos con apartados gráficos más vistosos, más fotorrealistas, añadiendo nuevas tecnologías para epatar al jugador, que rara vez se traducían en mejor jugabilidad o mayor diversión. Pero, por otro lado, están apareciendo cada vez más juegos que huyen de toda esa aparatosidad, haciendo de la sencillez una virtud. Desarrolladores independientes, o pequeñas compañías a las que se le da la oportunidad de crear juegos para las tiendas virtuales de la nueva generación de consolas, como WiiWare o la PS Store, o los innumerables portales de juegos en flash. En estas condiciones de desarrollo, lo que prima es la creatividad, la originalidad, hacer que el jugador se divierta, más o menos como el espíritu de los primeros videojuegos, pequeñas maravillas codificadas en ocho o dieciseis bits, capaces de mantenerte enganchado a una pantalla durante horas ¡¡y sin la posibilidad del online!! ¿Cuántos juegos hay capaces de eso hoy en día?

World of Goo lo consigue, y con una premisa que parece muy sencilla: hacer estructuras con unas pequeñas y pegajosas criaturas, llamadas goos, para conseguir llegar hasta una tubería que conducirá al resto de los goos a un lugar desconocido, pero al que están deseando llegar. Hace años los lemmings corretearon por nuestras pantallas, siempre con prisas por lanzarse hacia una muerte segura. Los lemmings eran una representación de la alienación de nuestra sociedad. Cada lemming seguía ciegamente a la masa, sin preocuparse de nada más que meterse en la fila, ser uno más. En nuestras manos estaba sacar al mayor número de lemmings de su carrera hacia la muerte, pero en World of Goo es ¿justo al revés? Los goo viven en apacibles praderas, sin saber que forman parte de un juego, y que hay criaturas que los consideran deliciosos. Nuestro objetivo es guiar a los goo hasta su perdición, hacer que los devoradores de goo consigan todos los posibles, esquilmando el idílico mundo goo.

A priori el objetivo del juego parece muy fácil, pero en nuestra contra, o a veces a nuestro favor, juegan las implacables leyes de la física, y la gravedad, la inercia o el viento amenazarán con desestabilizar nuestras goo-estructuras. En cada pantalla los puzzles irán variando, desde los que son tan simples como apilar goos hasta llegar a una altura determinada, hasta otros más complejos que harían las delicias de cualquier ingeniero. Por que World of Goo está hecho para hacerte pensar, ya que muchas soluciones distan mucho de ser triviales. Tendrás que hacer uso de toda tu habilidad para colocar los goo, aprovechar los apoyos que pueda haber en el entorno, y tratar de exprimir al máximo las distintas características que tienen los individuos de distintas "especies" de goos.

A pesar de no tener que exprimir hasta el último transistor del pipeline gráfico, el aspecto visual de World of Goo está muy logrado, con un aspecto retro, de dibujos animados, siguiendo la máxima anterior de que en la sencillez radica su elegancia. En este apartado técnico hay que felicitar a 2D Boy, su desarrollador, por crear un videojuego muy visual, con aparentemente muy poco. Pero no es en este aspecto visual donde destaca el apartado técnico del juego, si no en la simulación de la física subyacente al mundo de los goo, con efectos muy realistas, como los comentados anteriormente. ¡Tan realistas que en ocasiones pueden ser desquiciantes!

Así que si quereis pasar un ratito divertido, haciendo trabajar a vuestro cerebro, dadle una oportunidad a esta pequeña maravilla. Aquí mismo podeis descargar una demo (Windows + Mac), y si os gusta, ¡compradlo!

sábado, 29 de noviembre de 2008

Cruzados

De nuevo, los medios tradicionales, a la carga contra el Gran Satán de los últimos tiempos: internet, y sobre todo los internautas, esa panda de criminales. Y el que se dedica a avivar el fuego con más entusiasmo es El País. Hace tiempo ya publicaron esta columna de opinión: "Los bulos se disfrazan de noticias en la Red". En ella, un supuesto periodista serio se dedica a atacar a las nuevas fuentes de información en internet. No son fiables, propagan bulos, hay que vigilarlas, y, si es posible, controlarlas y acabar con ellas. Hay que olvidarse de los cantos de sirena de la red, y volver la vista atrás, a los grandes monolitos de la verdad objetiva: los periódicos y periodistas tradicionales. Estamos viviendo una época de abundancia de información. Por supuesto que no te puedes fiar de cualquier cosa que leas en internet, pero ¿es mejor volver a la época de escasez? ¿a la época en la que unos pocos controlaban las fuentes de la información, decidiendo qué se publicaba y cómo?

Otro texto muy interesante: "¿Por qué estudiar periodismo?". Estaba pensando en qué parte citar del artículo, pero no he conseguido decidirme por ninguna... tiene tanta miga, que no sé qué elegir. El autor de ese texto hace una encendida defensa de los periodistas "profesionales", frente a los aficionados. ¿sus motivos para esta defensa? Los periodistas, tras el paso por la universidad, están mejor preparados técnicamente, escriben mejor, y, sobre todo, tienen una ética profesional que no tienen los intrusistas. Es una pena no poder expresar la indignación que me provocó leer eso... ¿ÉTICA PERIODÍSTICA? ¿dónde? Por favor, que alguien me traiga un periódico donde exista una ética. El Mundo, con sus teorías sobre el 11-M, que cuando no podían adecuarlas a la realidad, se inventaban lo que hiciera falta, la Cope, que basa su programación en el insulto, El País con su servilismo al gobierno y a la SGAE, etc, etc... ¿dónde está la ética de esos profesionales? Sólo obedecen la voz de su amo... Sólo hay que hacer una búsqueda en google para encontrar muestras de esta profesionalidad, de esta ética. Como esta, sobre una encuesta del ABC. En ese mismo blog hay unas cuantas cosillas más, incluso un desliz cometido por los grandes profesionales del periodismo: plagiar lo escrito por un "aficionado". O podemos buscar alguna que otra noticia acerca de ese nido de grandes profesionales que es Telemadrid.

Los medios tradicionales están destinados a ir perdiendo gran parte de su cuota de lectores, y por lo tanto, de su monopolio de La Verdad. Y su reacción está siendo la misma que otros dinosaurios en peligro de extinción: las empresas discográficas: atacar aquello que está destinado a sucederlos, tratar de hacer que el tiempo vuelva atrás, a la época de la economía de escasez y de sus monopolios.

Sus recetas: poder cerrar cualquier blog, sin necesidad de un mandato judicial. ¿Cómo se puede calificar esto? Los antiguos monopolios, convertidos en juez y parte, con el poder de censurar a cualquier voz discordante, a cualquiera que amenaze sus cada vez más precarias posiciones. Y, por otro lado, su propuesta de "cortarle internet" a quien descargue, como ha dicho uno de los popes de la industria de gestión de derechos en el cónclave inquisitorial que se han montado para tratar de criminalizar la compartición de archivos en la red, con el apoyo del gobierno, y su nueva campaña de criminalización de inocentes. Un nuevo intento de manipulación de la realidad, otro nuevo caso de clientelismo del gobierno, defendiendo los intereses recaudatorios de la SGAE, acusándonos de ladrones. Por supuesto, en internet, esta tomadura de pelo ha causado polémica. El clásico reirse por no llorar. Como siempre, una reflexión acertada de Enrique Dans y hoy mismo, otra más.

Unos nos criminalizan, nos toman por tontos, nos roban con un impuesto revolucionario, mientras los otros, mienten, manipulan, censuran para favorecer los intereses de sus amos. La hora de estas entidades caducas ha terminado. Pero parece que quieren morir peleando.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Core Dump (II)

Al final el primer post de volcado me quedó más monotemático de lo que pensaba, y, para no excederme con la longitud, tuve que dejar algunos temas en el tintero. Pero el tiempo vuela, y algunas de esas cosas de las que me interesaba hablar (o escribir) ya no me suscitan ese interés, y otras nuevas han aparecido, reclamando su pequeña parcela de atención.

Como dije en el anterior Core Dump, he tenido una racha de nostalgia. En principio, volver a esos relatos de Lovecraft era una manera de recuperar los momentos en los que lo leí, más tranquilos, con menos trabajo, en comparación con unos días demasiado ajetreados, por culpa de un deadline inminente. Afortunadamente, la fecha de entrega ya pasó, y la carga de trabajo ya se ha reducido bastente :)

Pero todo esto no era más que uno de los dos factores para esta etapa nostálgica. El otro ha estado relacionado también con el proyecto de máster, mi querido Imp... y es que tenía que convertir a Imp en una especie de herramienta para dirigir juegos de rol en tiempo real... y el entorno de prueba elegido era el Neverwinter Nights. Ya no recuerdo si fue hace cinco o seis años, pero sí recuerdo pasar los ratos muertos de unas vacaciones de navidad echándole horas al juego, hasta conseguir pasármelo. En todo caso, fue antes del segundo cuatrimestre de mi segundo año en la facultad, cuando eso que llamais tiempo libre desaparece de la vida de un informático. Es bastante chulo trabajar con estas cosas, por que a todo el mundo le parece super vistoso, aunque en el fondo sea algo sencillo, y todo el trabajo subterráneo apenas se vea... aunque precisamente esa es la causa de que me pusieran a pelearme con NWN: hay que hacer algo que le guste a la gente nada más verlo :) Lo peor de tener que hacer esto es que estoy todo el día abriendo el Neverwinter, ¡pero no puedo jugar! Quizá estas vacaciones empiece una partida.

Y no es este el único juego nostálgico al que he vuelto: gracias a Dabor tengo por ahí la última (creo) entrega de los Delta Force, el que está basado en "Black Hawk Down", otro juego al que hace ya unos años dediqué unas cuantas horas, limpiando Mogadiscio de guerrilleros. La verdad es que siempre me han gustado los juegos de la saga Delta Force, son unos de los shooters más estratégicos, donde tienes que andar siempre con cuidado, planeando bien tus movimientos, por que a la mínima, un francotirador te ha volado la cabeza. Aunque este es el Delta Force que he jugado en que menos tienes que usar el rifle de francotirador (lo mejor de los otros juegos) ya que está más centrado en el combate urbano... las distancias se acortan mucho, y en ocasiones resulta agobiante saber que estás completamente rodeado de enemigos, pero... no sabes dónde están. Sin embargo, tras unas cuantas horas de juego, la inteligencia artificial (que nunca ha sido el fuerte de la saga) deja mucho que desear, y acabas reconociendo los patrones de los milicianos. Aún así, son suficientemente numerosos como para suponer un reto.

Y, por otro lado, le estoy dando otra oportunidad al Half-Life 2, ese gran simulador de paseos... pero es voy a dejarlo para otro día :)

domingo, 23 de noviembre de 2008

No queda consuelo...

Hay algunas películas de las que me gusta informarme antes de ir a verlas: leer reportajes, o alguna crítica, para saber por donde pueden ir las cosas, o incluso qué esperarme de la película a la hora de verla. Otras, en cambio, intento verlas sin ningún tipo de idea preconcebida. Generalmente, aquellas que más crea que me puedan defraudar. Y luego hay otras a las que no presto ningún interés, hasta que un día, por casualidad, surge la oportunidad de verla. Eso me ha pasado con la última película de James Bond: "Quantum of solace". Y la verdad, hubiera preferido seguir sin prestarle atención a la peli.

No voy a entrar a valorar esta entrega respecto a "Casino Royale", o a los otros intérpretes del agente británico, aunque la anterior película con Daniel Craig le daba un nuevo estilo a Bond, muy diferente del estirado Pierce Brosnan, pero todo lo que prometía mejorar con el estreno del nuevo Bond, se ha perdido en esta... Un absoluto caos visual, en el que las "hescenas de alción" son simplemente una confusa sucesión de flashes, planos de uno o dos segundos desde diez, quince, o veinte puntos de vista distintos, lo que hace que no te enteres de nada, y te marees si tratas de seguirla. Aparte de esto, una historia que avanza a base de idiot plots, en los que la estupidez de los sicarios de los villanos es bastante más determinante que la habilidad de Bond. El cúlmen de todo esto es (SPOILER!!) una persecución aérea en la que un caza, a punto de derribar el avión de carga en el que va Bond... ¡¡se estrella contra unas rocas!! El factor enemigo suicida llevado al máximo exponente.

Por no hablar de la lamentable labor de doblaje. No se salva ninguno, con una mezcolanza de acentos en los que en lugar de parecer franceses, o rusos, simplemente parecen que no saben hablar...

No os gasteis ni un euro en ver esto, por vuestro bien

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Core dump

Quería seguir con la larga racha de entradas (más o menos) temáticas, pero, tarde o temprano, tenía que volver a pasar, y las entradas de recopilación han vuelto :) Llevo unas semanas demasiado atareado, sin tiempo para centrarme, para ponerme a pensar en algunas de las cosas que quería escribir, retomar algún tema dejado a medias, o desarrollar otros de los que están en el tintero, pero no he sido capaz. De hecho, he empezado a escribir para tratar de fijar algún tipo de idea, y a medida que se acerca el momento de dejar de divagar y escribir acerca de algo en concreto, las ideas se vuelven más nebulosas, más intangibles, más lejanas...

Apenas estoy leyendo cosas nuevas... más bien estoy en una temporada de nostalgia, de recuperar cosas leídas. Incluso estoy tratando de añadir a mi propia colección algunos libros que leí prestados de la biblioteca. Pero no se trata de volver a leer las mismas historias, si no que, de una manera hasta cierto punto subconsciente, trataba de recuperar los momentos en los que leí esos libros. Por eso he vuelto a coger el primer volumen de la Narrativa Completa de Lovecraft, un autor que descubrí durante unos días que tuve que pasar en casa, guardando cama por un resfriado. Unos días bastante más relajados que estos, en los que podía pasarme toda una tarde leyendo, pasando páginas, descubriendo los Mitos, a los Antiguos y sus cultos, y esos libros de nombres extraños. Así que estoy releyendo muchos de esos relatos, y también aprovechando para leer todos los que no conocía de antes, sobre todo las historias de Randolph Carter, uno de los ciclos más importantes en la obra del autor de Providence, sobre las aventuras, o más bien desventuras, de un trasunto del propio Howard Phillips: escritor fracasado, cuya única salida a un mundo demasiado sórdido es entrar en el mundo de los sueños. En parte, al leer estos relatos estoy haciendo una reinterpretación de los mismos: Lovecraft los escribe tratando de que su alter ego pueda cumplir sus sueños, y yo los leo tratando de repescar algo de un pasado intangible.
A la vez, leer estos relatos es como descubrir otra faceta de Lovecraft, quizá más humana que la que creó su famosa mitología de monstruos cósmicos. En estos relatos Lovecraft no habla de sus miedos. O quizá sí. Quiźa Randolph Carter sea su catarsis frente a un mercado que no quiere, o no sabe comprender la obra de HPL, pues la obra de Carter es el reflejo de lo que ve en el mundo de los sueños, al que sólo él y otros pocos tienen acceso. Pero el mismo Lovecraft dice de Carter (y por lo tanto, de sí mismo):

Mis constantes referencias a lo "innominable" y a lo "incalificable" eran un recurso pueril, muy en consonancia con mi escasa categoría como escritor. Yo era muy aficionado a terminar mis relatos con suspiros o ruidos que paralizaban las facultades de mis héroes y les dejaban sin valor, sin palabras y sin recuerdos para decir qué habían experimentado.
(Lo innominable, H. P. Lovecraft)


Randolph Carter, como los otros soñadores de la obra lovecraftiana, son perdedores, parias, en este mundo, pero grandes hombres, reyes o dioses en el mundo de los sueños. El vagabundo sin nombre es Kuranes, rey en Celephaïs. No conlleva nada de esfuerzo trazar el paralelismo entre los soñadores y HPL, que, si algo hizo durante su corta vida, fue soñar, para luego tratar de plasmar por escrito lo soñado.
Por otro lado, en estos relatos el eje conductor no es el horror. No se siente el espanto que provocan los dioses primigenios, o el terror ante la inmensidad del espacio, si no que todo está impregnado por un sentido de la maravilla, de la belleza que irradia el mundo de los sueños. Por que el mundo de los sueños es el territorio de la evasión, una especie de ventana al mundo de las ideas, un lugar completamente opuesto al mundo deshumanizado en el que le había tocado vivir a HPL. Quizá por eso este ciclo, a pesar de contar con apenas cinco o seis relatos entre toda la bibliografía lovecraftiana, sea el que desarrolló con más cariño, pues todos ellos están entramados de alguna manera, bien sea mediante personajes, lugares o historias, formando un todo mucho más sólido que el resto de los Mitos.

A pesar de verse identificado con ellos, Lovecraft, al menos, supo resistir la tentanción que sufren sus soñadores, la tentación de abandonar este mundo y pasar al otro lado de la barrera del sueño, y continuó contándonos que había al otro lado. Gracias a que no siguió a Kuranes, podemos disfrutar de su obra.


"Había perdido sus tierras y riquezas; y le tenía sin cuidado la vida de las gentes de su alrededor; porque él prefería soñar y escribir sobre sus sueños. Sus escritos hacían reír a quienes los enseñaba, por lo que algún tiempo después se los guardó para sí, y finalmente dejó de escribir"
(Celephaïs, H. P. Lovecraft)

Al final me he dejado en el tintero gran parte de las cosas que quería contar, pero me temo que este artículo ha crecido más allá de lo que me esperaba, y lo otro habrá de esperar a una próxima entrada. Mientras tanto, os dejo algunos de los relatos del Ciclo de los Sueños: "Celephaïs" (Celephaïs), "Lo innominable" (The unnamable), "El testimonio de Randolph Carter" (The statement of Randolph Carter), "Los gatos de Ulthar" (The cats of Ulthar) y "Los otros dioses" (The other gods). Los otros relatos, como "La búsqueda en sueños de la ignota Kadath" son bastante extensas.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Die nacht der lebenden loser

O, como se ha traducido en español, "La noche de los pringados vivientes" (imdb). Pero el título en alemán suena mucho mejor :)

Como siempre, esta entrada viene un poco tarde. Había estado pensando en escribirla desde el fin de semana pasado, pero he pasado una intensa semana con mi proyecto de máster. Bueno, el caso es que el anterior finde, parece que todo el mundo quiso apuntarse a la fiesta de Halloween, hasta en Radio 3 hicieron un especial de música "terrorífica", y desde luego que lo era... cayeron un par de joyas como el Drácula Yeyé de ¡Andrés Pajares! y el tema de Brácula, la segunda peli que hizo Chiquito. Aunque, poco después me dio por pasarme por Viruete y vi por allí también la canción de Pajares, e incluso este monográfico sobre su etapa musical... así que me hace pensar que quizá la gente de la radio haya usado estas fuentes para inspirarse.

Bueno, a lo que iba: estaba en casa de unos amigos un sábado por la noche, con la tele puesta de fondo, hasta que oímos el título de la peli, y, claro, tuvimos que verla :) y es que si una peli de zombies ya es bastante reclamo para mí, mucho más una peli de zombies completamente chorra. No sólo era una película gilipollesca, si no una parodia de las típicas historias de instituto, con sus jugadores de rugby, los matones, y, por supuesto, ¡los gilís! que son, como dice el Gilís, vudú y polvo de zombietítulo, los protagonistas de la película. Desde el principio la peli deja claro que nada es en serio: uno de los gilís, para tratar de ligarse a la jefa de animadoras, intenta que su vecina/mejor amiga le enseñe a hacer vudú. Así que una noche, él y sus dos amigos (uno, el megaempollón de la clase, y otro, el fumeta) van con el "club del vudú" a hacer un ritual al cementerio, para tratar de resucitar a un muerto, pero claro, los que hacen vudú son tan imbéciles como los protagonistas, nada de la ceremonia sale bien y los tres protagonistas acaban cubiertos de polvo de zombie. El caso es que acaban teniendo un accidente de coche, y despertando en la morgue... como zombies. Y a partir de ahí, los gilís zombie se convierten en los más populares del instituto, machacan a los matones y está a punto de ligarse a la jefa de animadoras... hasta que nuestro querido gilí descubre ¡¡¡que está enamorado de su vecina!!! ¡la del club del vudú! Y, mientras tanto, tienen que conseguir atrapar a su amigo empollón, que se está dedicando a vengarse de todos los que le han hecho putadas a lo largo de su vida, hasta que se descontrola y empieza a comerse a la gente, y también conseguir un remedio para dejar de ser zombies.

La peli es cutre, pero por lo menos está hecha con ganas de reirse de todo, hasta de sí misma, metiéndose con todos los tópicos de estas películas, llena de situaciones absurdas, una peli perfecta para verla en ese momento, una noche de sábado, con unos colegas tomando unas birras.

jueves, 23 de octubre de 2008

Mishima

Hace tiempo que leí un libro de Javier Marías, Vidas escritas, con una serie de biografías noveladas. No voy a entrar a valorar la obra de este hombre (sé que entre mis lectores hay algún detractor) ya que es el único libro suyo que he leído. Sin embargo, tendré que valorar positivamente esta lectura, ya que me animó a leer unos cuantos libros que sí me gustaron bastante. Por ejemplo, El Gatopardo, del que ya he hablado por aquí. Y el último ha sido uno del que sin duda protagoniza el relato más grotesco, más bizarro de todo el libro: Yukio Mishima.

La historia de este hombre es bastante rocambolesca. De joven debió ser el típico empolloncete enclenque, ensombrecido, además, por una abuela aún anclada en el pasado, que fue sin duda una de las causantes del posterior trastorno de su nieto, y quien le inculcó la fascinación por el Japón de la época de los samurai. Sin embargo, al llegar a la treintena se convirtió en un fanático del culturismo, lo que hoy llamaríamos un vigoréxico, escribiendo en contra de los intelectuales que, en su opinión, se centran demasiado en la mente, y poco en el cuerpo. Y, para culminar, a pesar de haberse escaqueado de tener que combatir en la Segunda Guerra Mundial, a finales de los años 60 se alistó en el remedo de ejército del Japón derrotado. A partir de aquí entra en una espiral de alienación patriótica: forma una especie de guardia pretoriana, la Tatenokai, para tratar de devolver a Japón a sus días de gloria.

Yukio MishimaAsí que, un día, harto de la decadencia de Japón, y de un emperador que ha renegado de la tradición, decide dar algún tipo de golpe de estado, y, ni corto ni perezoso, con otros cuatro miembros de Tatenokai tratan de ocupar el cuartel general de las fuerzas armadas japonesas. Allí, Mishima trata de pronunciar un discurso, animando a los soldados allí presentes a dar un golpe de estado y derrocar a los gobernantes que los han llevado a la derrota. Sin embargo, su espectáculo sólo es acogido con sorna, por lo que decide pasar al plan B: el seppuku, o suicidio ritual, junto con su amante, Morita. Bueno, la jugada no les salió del todo bien, y un tercer asistente tuvo que poner fin a la carnicería que habían organizado.

Sin embargo, cuando cogí de la biblioteca "El rumor del oleaje" (Shiosai ), no tenía demasiado presente la historia de este personaje. Y es que no tiene nada que ver con el extraño patrioterismo del autor, si no que esta historia está mucho más influenciada por una visión muy bucólica de la naturaleza, un relato de amor entre dos adolescentes en una remota isla aislada del mundo moderno, anclada en un lugar fuera del tiempo. Quizá lo único que provoque incomodidad en la lectura es la aparente perfección de todo, y, sobre todo, el terrible conformismo que desprende la historia: a pesar de los obstáculos que les imponen a Shinji y Hatsue, ellos confían ciegamente en que las inamovibles ruedas del destino llevarán su historia al final deseado, y no parece existir en ellos ninguna voluntad, ninguna pasión, más allá de la idealización de un amor completamente inocente, puro.
Y por esto la lectura deja un pequeño regusto agridulce, por que la excesiva perfección eclipsa la extraordinaria belleza con la que Mishima retrata la vida en la isla, la pequeña comunidad, y el descubrimiento del amor entre Shinji y Hatsue.

domingo, 12 de octubre de 2008

Un habitual

Creo que tengo un extraño sentido de la oportunidad. Aunque también creo que lo desaprovecho bastante, no sé por qué. Me explico: hace poco, hice una de mis rondas habituales de librerías de segunda mano, y rebuscando entre las estanterías, ví algo que me interesó, una espinita clavada desde hace tiempo: un libro de Juan Manuel de Prada. Y no sé por qué acabé comprándolo (bueno, el que fueran sólo 3 euros sí que era una poderosa razón) sabiendo lo que me iba a encontrar.
Una cosa es ojear de vez en cuando su columna semanal, buscando esa extraña satisfacción de leerlo y sentir un puntito de indignación ante su forma tan rebuscada de decir cualquier cosa, a inflar de vocabulario extraño cada frase, en fin, su forma tan burda de tratar de trascender a través de la pedantería más vacua y absurda.

En definitiva, me compré el libro, y, aprovechando una visita a casa, me leí el artículo de esa semana del susodicho de Prada, en el que, nada más y nada menos, cargaba contra ¡la evolución! Bien es cierto que el hombre es el típico meapilas católico, y de vez en cuando usa su tribuna para lanzar alguna que otra proclama integrista (lo cual hace que sea aún más encantadoramente odioso leerlo) pero es que lo de defender el mito creacionista ya clama al cielo, nunca mejor dicho. No sé si lo habeis leído, pero aquí lo teneis. No tiene desperdicio. Y, como decía al principio, aquí entra mi sentido de la oportunidad: un día me animo a leerme algo de este hombre, y quizá comentarlo por aquí, ya que llevaba una temporada sin aparecer, y a los dos días, se convierte en el fenómeno momentáneo de Internet. De repente, aparecen en decenas de blogs unos cuantos artículos, en los que, evidentemente, nadie es demasiado amable con él... pobrecito... Un par de ellos bastante interesantes son este en Fogonazos, y este otro en Paleofreak. Y es que no se trata sólo de que este hombrecillo haya dicho alguna barbaridad, si no que ha dicho una barbaridad interesada, política. Y así funcionan los ideólogos del más rancio conservadurismo: tratando de equiparar su mitología creacionista con ciencia ya consolidada, pretender que el absurdo juegue en igualdad de condiciones que lo racional, y, si no lo consiguen, torpedear y poner palos en las ruedas de todo lo que caiga fuera de sus ideas. Son gente que juega con ventaja, reclamando todos los derechos y libertades que ellos quieren negar a quien no comulgue con sus estrecheces de miras. Por eso es necesaria esta reacción, la de la racionalidad contra el absurdo. No basta con ignorar estas cosas, hay que contestarlas, luchar con las herramientas de la razón contra los ataques de la ignorancia, contra aquella gente que pretende imponer su verdad revelada, pues la gente que sigue a ciegas estas revelaciones es más sumisa que aquellos que buscan la causa o la razón que hay detrás de las cosas. Por que las cosas no existen simplemente por que un señor de barba blanca así lo quiere, y el verdadero misterio de la vida está en averiguar lo que no conocemos.

La tempestad, de GiorgioneMientras todo esto iba creciendo, y posteriormente sumergiéndose en el mar del olvido internetil, yo seguía con la novela de este señor, viendo cómo una trama que, en buenas manos, podía dar lugar a una historia correcta, o incluso interesante, y que podía dar pie a alguna reflexión se queda en nada. Bueno, embargado por la emoción de escribir sobre Juanma se me había olvidado incluso decir qué libro cogí. Se trataba de "La tempestad", y su trama gira en torno a esta pintura de Giorgione, y el asesinato de un falsificador de cuadros. Cualquier gira que pudiera dar la trama, cualquier diálogo ingenioso, se ve embarrado por palabrería, y más palabrería aún, por un barroquismo absurdo, y por la repetición hasta la náusea de una serie de frases que el escritor debe pensar que son ingeniosas. Y, sobre todo, su constante y patética sexualidad de colegio de curas. Juanma siempre presume de católico, y defiende posturas bastante integristas, pero parece que es bastante guarrete... (como diría John Waters: Agradezco a Dios haber sido criado como católico porque así el sexo siempre será sucio). Un obseso bastante reprimido, que a la menor ocasión intenta meter alguna escena en la que explayarse, y así poder mortificarse un poquito. En fin, un poco enfermizo... En fin, todo eso que hace que la leve indignación que provoca su lectura en pequeñas dosis sea una especie de placer contraproducente, en una novela es directamente insoportable.


Actualización: Navegando por ahí he descubierto que el asunto de de Prada y el creacionismo sigue coleando. Al parecer, el hombrecillo, ha escrito un par de artículos bastante furibundos contra aquellos que cree que atentan contra su modo de vida: los científicos. Y es que el señor de Prada considera mucho más fiable lo que escribiese hace miles de años el sacerdote de alguna tribu que lo que cientos de científicos investigan, prueban y comprueban durante años. Así, en su mente, la ciencia es algo de lo que no te puedes fiar, ya que en ocasiones los científicos se han equivocado, o con los años se han descubierto pruebas que cambian las teorías aceptadas. Frente a esto, es mucho más fiable un libro que jamás se ha equivocado: la Biblia, y que, por supuesto, nunca han aparecido hechos que hayan demostrado que la Biblia tenga una sola línea equivocada. En este artículo se explaya.
Y en este otro, vuelve a la carga. Así, la gente que según él "cree" en la ciencia, son poco menos que idiotas:
A la postre, descubrimos que los crédulos son quienes creen en un Ser Supremo; los incrédulos, en cambio, creen indiscriminadamente en todo bicho viviente (o inanimado)

En cambio, al insigne de Prada se le olvida una cosa. En la ciencia no se cree, la ciencia no se basa en una verdad revelada que hay que creer a ciegas, si no que se basa en los hechos, en la comprobación de teorías. Este hombre pretende convertirse en algún tipo de paladín de la mitología creacionista, como dije antes, poniendo palos en las ruedas de la ciencia, desde la tribuna que los medios le ofrecen. Y, frente a esta sarta de falacias, hay que responder. Hay que poner las mentiras de este hombre en su sitio, señalar sus argumentos falaces. No hay que dejar que los vendedores de verdad revelada se hagan con un espacio que no les corresponde.
Y, de postre, tres nuevas respuestas a la basura que este hombre emite desde su púlpito. La de Magonia, y esta de aquí, y esta otra desde Por la boca muere el pez.

miércoles, 8 de octubre de 2008

The Longest Yard

Hoy toca variar un poco de tema... Las dos últimas entradas han estado muy enfocadas hacia el metablogging, y creo que tengo que darle un descanso al blog, aunque aún queda mucho que rascar sobre esos temas. Tengo unos cuantos enlaces pendientes de lectura y unas cuantas reflexiones que madurar.

Y también quiero cambiar un poco los temas, por que este blog cada vez me parece más serio, y no era la seriedad su propósito inicial. Así que quiero intentar recuperar poco a poco el espíritu que (creo) tenía este blog en sus comienzos. Y, para empezar esta vuelta al origen, toca hablar de otro de los blockbuster habituales de la Continental Auto (ahora en manos de la pérfida Alsa...): el remake de The Longest Yard, que creo que en español lo han llamado El clan de los rompehuesos. En fin, una de esas joyas de la traducción a las que nunca nos acostumbraremos.

Ya es la segunda vez que la veo en el autobús, y, aunque en la primera vez no le hice mucho caso, le he dado otra oportunidad en mi último viaje, y ha resultado una grata sorpresa... no es ninguna joya del séptimo arte, pero bueno, hace que un largo viaje en autobús resulte mucho más ameno, y tiene unas cuantas escenas divertidas ¿qué más se le puede pedir a una peli del bus?

Adam Sandler y Burt ReynoldsEl argumento es muy sencillo: Paul Crewe (Adam Sandler) es un jugador de fútbol americano, que tras amañar un partido y unos encontronazos con la ley, acaba en la cárcel. Una vez allí, el alcaide le ofrece un trato: entrenar un equipo de presidiarios para que se enfrenten en un partido al equipo de los guardias, para que estos puedan vapulearlos y subir su moral al comienzo de la temporada. A partir de aquí tenemos la típica historia carcelaria, de criminales de buen corazón enfrentándose a unos guardias realmente malvados, muy aficionados a los esteroides y las palizas indiscriminadas. En el fondo la peli no es más que una historia de superación personal, de esas que tanto gustan en los Estados Unidos, donde unos oprimidos han de luchar desde una clara desventaja, sin más recompensa que el honor y el orgullo. Pero, una vez te olvidas de este trasfondillo queda una historia divertida, y unos cuantos personajes bastante bizarros, de los que Adam Sandler y el pesado de Chris Rock son los menos interesantes. Pero aún así mola ver a Burt Reynolds (que al principio confundí con Billy Bob Thornton), al agente Mahone haciendo de capitán del equipo de los guardias, y al resto del elenco pasándolas putas en los entrenamientos, y en el épico y tópico partido contra los guardias.

En resumen: la peli es divertida, aunque no es de esas que me hubiera puesto a ver por mí mismo... Aunque me ha picado la curiosidad por ver la primera versión.

jueves, 2 de octubre de 2008

Metaentradas (II)

Bueno, ya lo comentaba en la entrada anterior: tenía ciertas ideas que quería desarrollar, pero al final acabé divagando y hablando de cosas que, aunque estaban muy relacionadas con ese tema, no estaban en mi planteamiento inicial de la entrada. También los comentarios han ido divergiendo rápidamente, sin embargo, me ha encantado ver lo que puede dar de sí este blog. Y esto de los comentarios sí que tiene que ver con lo que había estado pensando inicialmente: la diferencia entre los blogs y los medios de comunicación tradicionales. Hay muchas diferencias, pero, a mi entender, dos son fundamentales: la primera, es la libertad de publicación que tiene un blogger, la segunda, la conversación.
La dos son en cierto modo la cara y la cruz de la blogosfera. La libertad a la hora de generar contenidos hace que necesitemos un baremo a la hora de navegar, para poder distinguir el grano de la paja. Sin embargo, casi todo el mundo tiene una serie de sitios de referencia, y el boca a boca funciona muy bien a la hora de colocar a la gente en su sitio en cuanto al interés de sus contenidos. Sin embargo, me parece más relevante la segunda. Por que, ¿de qué sirve un blog sin comentarios? También aquí hemos de suponer que hablamos de comentarios de calidad, no de trolls. Afortunadamente, vosotros, lectores y comentaristas de este humilde rincón de internet estais haciendo una labor excelente. Resulta más enriquecedor leer los comentarios que las entradas :)

Aquí está la diferencia entre un blog y un medio. Por que, por mucho que se esfuercen los periódicos (y otros medios) por darle la posibilidad al usuario de hacer una realimentación, no deja de ser un botón que no conduce a ninguna parte. ¿Acaso algún redactor de El País lee los comentarios de sus noticias, participa en ellos o los utiliza de guía a la hora de ver qué interesa a sus lectores?

Últimamente estoy leyendo bastantes cosas sobre este tema, y otros estrechamente relacionados, que voy encontrando por ahí. De momento, tengo muchas ideas (no sé si alguna será válida) y demasiado dispersas, así que me voy a limitar a enlazaros a un artículo en el que se habla sobre estas diferencias. Es obra de Enrique Dans, que de vez en cuando publica artículos muy interesantes sobre esto que yo, informalmente, llamo metablogging, reflexionando acerca de este otro artículo. Espero que disfruteis de la lectura, y, al menos, os induzca a hacer alguna reflexión, ya que creo que es un tema bastante interesante (si no, no hablaría sobre esto... ) y, sobre todo, necesario de cara a un futuro cada vez más informatizado, y un futuro que cada vez estará más en la red, y menos en el papel.

martes, 23 de septiembre de 2008

Metaentradas

No sé muy bien sobre qué escribir una entrada, así que voy a volver a hacer lo mismo que he hecho siempre que este pobre blog se ha encontrado en horas bajas: hacer un ejercicio de improvisación, sentarme y ponerme a escribir sobre el hecho de escribir. De ahí el nombre que le he puesto a la entrada.
Cualquiera que haya pasado por este blog más de una vez sabrá que es un espacio vilmente ombliguista, y en ninguna entrada falta algún párrafo dedicado a alguna divagación que no tiene demasiado que ver con el resto, a mayor gloria del autor. Así, en casi cada uno de los artículos que he publicado he escrito algún tipo de reflexión de lo que, para mí, supone escribir una nueva actualización o mantener este blog (y otros espacios), sea en periodo de actividad o de hibernación. Hasta ahora, todo esto ha sido bastante casual, pero últimamente, cada vez pienso más (no demasiado) en los blogs, en cómo pueden cambiar el panorama del acceso a la información y su distribución por la red. Cada día los medios tradicionales son menos de fiar a la hora de buscar algo de información de calidad, bien sea por su partidismo, o simplemente, por que hacen las cosas mal. A la hora de leer un periódico, lo menos que se espera es que quien escriba la noticia esté un poco más enterado que tú, pero cada vez se va perdiendo más contenido, y, muchas veces, sea quien sea el que escribe, peca de estar muy mal informado. Aún no hemos dejado atrás en la que cualquier artículo sobre informática en un periódico generalista no sea más que un conjunto de vaguedades, malinterpretaciones, o, directamente, cosas erróneas. Lo malo es que esto se va trasladando lentamente a todas las secciones del periódico... un ejemplo es la tan mentada crisis financiera que estamos viviendo: ¿qué medio ha hecho alguna explicación más o menos clara de sus causas, su evolución, o sus posibles salidas?
Ante la nula efectividad de los medios tradicionales, hay unos cuantos bloggers que han sabido explicar muy bien todo lo que se esperaba de los profesionales de la información. Hasta uno de ellos, Leopoldo Abadia, ha sido "vampirizado" estos días por los menos desinformados de los informantes. Incluso Monserrat Dominguez, una articulista del diario gratuito ADN, se permite un poco de ver la paja en el ojo ajeno...
...los de la prensa, que se supone debemos contar no sólo lo que pasa, sino el por qué. Cualquier ciudadano debería estar bien informado, y más aún cualquier profesional en el ámbito de su competencia. Por eso me escandaliza descubrir que existen tantos banqueros, asesores y financieros que invirtieron alegremente el dinero de otros en todo tipo de productos cuya composición, dicen ahora, nunca llegaron a comprender bien. Está claro que estamos ante una crisis de confianza brutal, pero cómo fiarse de un sistema tan temerario que ha permitido que toda su estructura quedara infectada con productos milagrosos y tan endebles, que han demostrado no valer ni el papel en el que se escribían.

No voy a entrar en quién es responsable de qué, pero esta mujer podría haber ido más allá con su reflexión, y ver otra crisis de confianza: la del público con los medios tradicionales, por que estos son incapaces ni de comprender, ni de informar sobre lo que está pasando. Lo único que saben es servir carnaza, cuanto menos preparada y más sanguinolenta, mejor. Ya lo han demostrado de sobra, como en el reciente accidente en Barajas. La televisión sólo ofrece basura, y los periódicos siguen su estela.

Estamos en una época en la que algunos viejos dinosaurios han de evolucionar o extinguirse. Pero, por lo que parece, no están dispuestos a adaptarse a su nuevo entorno, y pretenden que nada cambie. Telecinco y sus campañas contra Youtube es uno de estos ejemplos. Veremos que nueva fauna nos deparará el futuro.

Creo que no era esto de lo que quería hablar antes de sentarme a escribir, pero no estoy seguro :) Quizá lo recuerde y ese material me alcance para nuevas entradas... ¡quién sabe!

sábado, 6 de septiembre de 2008

Buenas noches, y buena suerte

En la Continental suelen deleitar a los pasajeros de sus autobuses con lo más granado del videoclub. El patrón de todas sus películas suele ser el mismo, abundan las comedias románticas, bastante descerebradas todas ellas, pero de vez en cuando, no sé por qué, aparece alguna película que, sin ser necesariamente una obra maestra, sí que se eleva muy por encima de las habituales. Así que, con esto en mente, ayer tuve que coger uno de estos autobuses. Y, cómo no, en la primera etapa del viaje cayó "El hombre perfecto", una historia romántica llena de moralina de Hillary Duff. En fin, peli bastante a olvidar. Lo único salvable es la Hillary, jeje.

Good Night, and Good LuckAl menos, en la segunda etapa del viaje ocurrió uno de esos raros milagros que comentaba antes, y nos pusieron "Buenas noches, y buena suerte", de George Clooney, en la que cuenta la historia de un grupo de periodistas luchando contra la caza de brujas de McCarthy, la cruzada de los elementos más conservadores de los EE. UU. contra el mal ubicuo e invisible del comunismo. En la persona de Edward R. Murrow, un presentador de la cadena CBS se centra no sólo la historia, si no toda la reflexión que Clooney quiere hacer a través de esta película, acerca del deber, y el derecho, de un periodista a informar libremente, a luchar por la libertad. Este pequeño grupo de periodistas no dudan en arriesgarse por su libertad, en luchar para que McCarthy no instaure un reinado de terror, no quieren vivir atemorizados. Y es que McCarthy ve enemigos por todas partes, en cada persona que se le opone ve un comunista, un enemigo del pueblo, y es que este incansable luchador contra el comunismo hace uso de los métodos del gran terror estalinista.

Creo que esta es una película que debería ser vista por la gente que puebla los medios en nuestro país, mayoritariamente una panda de catetos, más preocupados por las bragas de las tonadilleras, todo ello en nombre de la libertad de expresión y del derecho a la información. Nunca antes se habían usado tan altos ideales para defender tan bajos instintos.

Aparte de esta necesaria reflexión, la película tiene otros buenos puntos. Entre ellos, la (en mi opinión) soberbia actuación de David Strathairn como Murrow, y, sobre todo, la fotografía tan clásica, en blanco y negro, el contraste entre luces y sombras y el dramatismo que esto provoca, las imágenes tienen una fuerza que en color se pierde.

sábado, 30 de agosto de 2008

Los dos lados del frente

No sé si lo he comentado en alguna otra entrada del blog, pero llevo una temporada bastante rusa, en cuanto a lo cultural. Empecé con el libro sobre Stalin de Martin Amis, "Koba el Temible", un ciclo sobre Tarkovski, del que ya he hablado por aquí, "Crimen y castigo", y, ahora, "Vida y destino", de Vasili Grossman.

En realidad, no sé por qué aún no he comentado nada sobre este libro. O quizá sí que lo sé, y es por que no me veo capaz. Normalmente, cuando leo algún libro, o veo una película que me apetece reseñar, voy tomando alguna que otra "nota mental", para luego, durante un día o dos, darle un par de vueltas, y tratar de volcarlo aquí. Sin embargo, este libro es de tal magnitud que me veo desbordado, por la cantidad de ideas, de situaciones que se tratan. A través de la inmensidad de la Unión Soviética, a través de la batalla de Stalingrado, se habla de lo humano y de lo divino, de lo grande que puede ser el alma humana, o lo pequeña que puede ser enfrentándose al Estado omnipotente. Cada capítulo te deja con una sensación extraña, siguiendo la madeja de la historia a través de miles de kilómetros, desde los campos de exterminio en Europa central, hasta Stalingrado, en una casa asediada por los alemanes, o en el Estado Mayor, la vida en la retaguardia o en el gulag. La extrañeza de asomarse a la vida cotidiana de gente que se ha enfrentado al terror, de manera más o menos directa. Y quizá las referencias más veladas sean las más demoledoras. Y, sobre todo, la extrañeza de asomarse a la mente de esas personas, de ver como pueden conservar su humanidad frente al poder destructivo de los estados policiales, represivos y exterminadores. Ver la esperanza en el ghetto, o la adoración a Stalin en el gulag.
Los Panzers de la muerte
Bueno, no quiero extenderme mucho más hablando sobre este libro. Quizá algún día amplíe un poco más este texto, pero me temo que necesitaré tiempo para digerirlo,y conseguir rescatar alguna de las ideas que se tratan en él.

Así que, mientras sigo con "Vida y destino", he cogido algo de lectura ligera, pero, no sé si a propósito, o sin darme cuenta, no me he alejado demasiado ni temporal ni geográficamente: la segunda guerra mundial, y el frente oriental, en "Los Panzers de la muerte", el segundo volumen de las aventuras (más bien desventuras) de Sven Hassel en su batallón disciplinario. De su primer libro, "La legión de los condenados" ya hablé en su momento, y de este, no he leído aún demasiado, alrededor de cincuenta páginas, pero sin embargo, resulta chocante pasar de un libro a otro, y, sobre todo, de una manera de narrar la guerra a otra. Con Sven Hassel los combates se viven, las bombas estallan a tu alrededor, todo es caos, destrucción, el puro horror de la guerra, mientras que Grossman narra la guerra desde una posición más distante, nunca desde la primera línea de batalla, y, sin embargo, resulta mucho más horripilante la guerra de Grossman. La de Sven Hassel resulta mucho más "amable", dentro de lo que cabe, con su narración costumbrista. Es una extraña paradoja.

martes, 26 de agosto de 2008

Dj Sosainas Vol IV

Dj Sosainas Vol IV - Though Nuts

01 - Buffalo - I'm A Skirt Lifter Not A Shirt Raiser
02 - Black Cat Bones - Chauffeur
03 - Black Oak Arkansas - Swimmin' in Quicksand
04 - Black Widow - Way To Power
05 - Captain beyond - Armworth
06 - Witchcraft - Chylde of fire
07 - Warpig - Flaggit
08 - Mountain - Mississippi Queen
09 - Leaf Hound - Freelance Fiend
10 - Blue Cheer - Summertime Blues
11 - Attila - California Flash
12 - Cream - Sunshine Of Your Love
13 - Dust - Suicide
14 - Pentagram - Forever My Queen
15 - Roky Ericson - Two Headed Dog (Red Temple Prayer)
16 - Jefferson Airplane - White Rabbit

El otro día hice un CD recopilatorio para un viaje en coche, y me he animado a colgarlo, por si a alguien le interesa. Es un disco con algunas canciones que me gustan, dentro de eso que llaman Heavy-Psych y Hard Rock setentero. Y, por supuesto alguna canción que no entra en ninguno de esos géneros. Himnos satanistas, sexo, drogas y rock and roll!
En la versión para el coche había algún otro tema, pero los he quitado para hacer un disco más homogéneo, y, sobre todo, por no pasarme de minutaje. Un disco bastante interesante, con un número razonable de canciones, en un orden más bien tentativo y personal. Cualquier otro que se te pueda ocurrir y te guste será también bueno.
¿Espero que lo disfruteis!


La portada es obra de un servidor, inspirada en una Danza Macabra (totentanz) de Hans Holbein (el joven).

domingo, 24 de agosto de 2008

Recuerdos de London

Como siempre, no voy a empezar esta entrada yendo al grano, ya sabeis que siempre me gusta divagar un poquito antes de centrarme. Esta vez, mi reflexión es sobre entradas largas o cortas. Y es que siempre que me siento a escribir aquí, acaban saliéndome textos quizá demasiado extensos, y me he propuesto poner de vez en cuando algún artículo más breve, más sintético. Así que voy a intentar empezar con este. Veremos como resulta el experimento.

El viajero de la tundraEl otro día pasé por la mayor fuente de artículos de este blog: la biblioteca del barrio, y, ya que estoy enfrascado en la lectura de un grueso volumen, me puse a buscar algún tebeo, y me encontré con esta portada tan sugerente: "El viajero de la tundra", un manga de Jiro Taniguchi. Nada más verlo, me vino un nombre a la cabeza: Dersu Uzala... Y, si bien no llega a la obra de Kurosawa, en algunas de las breves historias que componen este tomo sí que se encuetra el espíritu de las novelas de Jack London, hasta el punto de contener un par de homenajes al escritor que tan bien supo escribir sobre la dura vida de los buscadores de oro de Alaska. En estas dos pequeñas historias sientes el terror de morir en la nieve y la presencia amenazadora de los lobos en la oscuridad. En resumen, en este volumen hay un buen puñado de historias sobre el hombre enfrentándose en solitario a una naturaleza, no hostil, pero sí despiadada. La única pega son un par de relatos más costumbristas, donde se abandonan las rutas salvajes para contar un par de historias del Japón de posguerra, que rompen bastante el nivel del volumen.

Como ya he dicho, no está al nivel de Dersu Uzala, ni de las novelas de Jack London, pero es un bonito entretenimiento, un homenaje hecho con cariño y dedicación, lo que hace que merezca la pena.

sábado, 9 de agosto de 2008

Agosto

Estoy momentáneamente bloqueado. Llevaba unos días pensando en hacer alguna entrada de relleno, ya que, aunque no se me ocurre ningún tema para un artículo largo, tengo un montón de pequeñas ideas que quería comentar. Sin embargo, a la hora de sentarme delante del computador, me he quedado en blanco. Harto de estar ante el monitor intentando desbloquearme, simplemente he comenzado a escribir, a ver si así poco a poco van apareciendo todas esas cosas que quería comentar.

Casi todo son lecturas que he hecho últimamente. Algunas me gustaría comentarlas con más detalle, pero no me veo con ganas. Tengo ideas, pero no me apetece demasiado hilvanarlas y darles una forma mínimamente coherente y que merezca la pena. He estado leyendo un par de libros sobre la difusa frontera entre sociología y política: No pienses en un elefante, de Lakoff (que descubrí en este blog) y Rebelarse vende, de los autores canadienses Joseph Heath y Andrew Potter (wiki). El primero es un libro destinado al proselitista. Además de la crítica a todo el sistema de propaganda política de los conservadores, es un manual de "primeros auxilios" a la hora de hablar de política. Está (evidentemente) muy centrado en los Estados Unidos, y no es tan extrapolable a España, aunque aquí cada vez ganan más poder los medios de comunicación, que más que conservadores, tienden a ser reaccionarios. El segundo libro es una especie de respuesta al No Logo de Naomi Klein. Básicamente es una crítica al movimiento contracultural, por ser completamente improductivo. En parte, este enfoque une este libro con el de Lakoff. En el de Lakoff se habla de como los conservadores han tomado completamente el control de los medios, arrinconando completamente al sector progresista, obligándolo a estar siempre a la defensiva frente a la iniciativa de la derecha. Y, según Potter y Heath, esto es en gran parte culpa de la manera en la que la contracultura se ha ido convirtiendo en la única alternativa "de izquierdas", y, al ser la contracultura una postura completamente nula políticamente, es como haber barrido del mapa a la izquierda. Desde el momento, allá por los años 60, en que era mucho más combativo y revolucionario fumarse unos porros o ir a un concierto que luchar por mejores condiciones laborales, la contracultura ha jugado a favor de los conservadores. Al negar toda acción política que no supusiera un cambio total del sistema, se han condenado a la inacción, pero, sobre todo, se han convertido en una élite intelectual y estética autocomplaciente, y, lo que es peor, demasiado convencidos de ser la punta de lanza de la revolución.

También he leído una pequeña reflexión de Hans Magnus Enzensberger, Principios de Guerra Civil. Este, pese a su brevedad, me pareció muy interesante, y, por supuesto, me cuento desde ya entre los fans de este hombre. Con ese nombre, increíblemente sonoro, ya da idea de que no es un cualquiera. Y, francamente, creo que tiene unas ideas bastante interesantes. Tengo que volver a repasar el libro, por que, si algún día escribo algo sobre él, me gustaría acompañarlo de algunas citas :)

Ya veo que me ha vuelto a pasar: me pongo aquí sin nada en concreto y enseguida tengo escrito demasiado. No quiero aburrir a mis escasos lectores, así que voy a ir concluyendo. Además, he conseguido dejar algunas cosas en el tintero, así que volveré a la carga, espero que con brevedad.

Además de esto, estos días, en el Mundo Libre, tenemos noticias de guerra en Rusia. Casualmente, estoy atravesando una fase bastante rusa en cuanto a lo cultural. Navegando por ahí, he encontrado esta galería de fotos de Osetia o Abjasia.

miércoles, 30 de julio de 2008

Samurai Champloo

No soy muy aficionado al anime. Si alguien me recomienda una serie, trato de conseguir siempre el manga. Prefiero ir leyendo poco a poco que no tener que sentarme media hora delante de la tele... bueno, seamos sinceros, delanta del ordenador, para ver un episodio. Por no hablar de esas series para las que, para ponerte al día, tienes que ver ochenta, o doscientos episodios. Y, además, teniendo en cuenta que en el anime suelen meter grandes dosis de relleno gratuito, y no sólo episiodios absurdos, si no esa maldita manía de alargar las escenas hasta el absurdo. A cualquiera le vienen a la cabeza los partidos de Oliver y Benji que duraban semanas, o las típicas luchas en las que, antes de cada movimiento, teníamos eternas escenas en las que el protagonista filosofaba sobre lo humano y lo divino. Lo siento, pero con eso no puedo...

Así, que, como he explicado más arriba, aunque me la recomienden, me cuesta ponerme a ver una serie. La mayoría las descarto, y Samurai Champloo la tenía en la lista de posibles desde hace mucho, hasta que un día, en casa de un colega ví que se la había descargado, así que empezamos a ver unos cuantos episodios, y, al no ser demasiado larga (26 capítulos) me la he visto casi de un tirón, y la verdad es que me ha gustado mucho.

La serie tiene un hilo argumental bastante vacío, al menos hasta casi el final de la serie: una chica, acompañada de dos ronin, va en busca de un samurai que huele como los girasoles. Sí, eso es todo. Con esa excusa es suficiente para hacer un viaje por el Japón de la época Edo tardía, organizar unos cuantos combates y meter a los protagonistas en mil y un apuros. Como he dicho, esto no es más que un pretexto. Una excusa para poder desarrollar una interesante mezcla de situaciones y formas estéticas. Por un lado, como ya dije, la época Edo japonesa, como trasfondo, y mucho de cultura actual, y muchas influencias del hip-hop. Desde la música de los créditos iniciales, a los gestos y la manera de hablar de los protagonistas (bastante alejadas de lo que podría ser el comportamiento de un samurai de aquella época), o su ropa, pendientes, tatuajes, etc. Creo que la intro es un ejemplo muy bueno de esta mezcla:



En concreto este video me encanta. Es uno de los opening más currados que he visto en muchos animes, y bastante alejado del tópico, representando muy bien lo que se va a ver en la serie, con los dos ronin y la chica sobre los grabados tradicionales y las escenas en cuatricomía. Por lo demás, la animación es muy ágil, las escenas de esgrima son muy fluidas, poco recargadas, aunque en algunos momentos les pierda el exceso de sangre, sin embargo, es la excepción más que la regla.

Lo que en ocasiones chirría es la manera de usar el contraste entre la tradición japonesa y la modernidad occidental que usan de forma tan interesante en la serie como una forma de ataque, a veces velado, y otras más explícito a la "contaminación" de lo japonés por lo occidental. Varias veces a lo largo de la serie, un narrador echa una mirada nostálgica a la época Edo, comparándola con la restauración Meiji y la futura época Meiji. En la época Meiji fue cuando Japón empezó a abrirse al comercio occidental, y a eso achacan los autores gran parte de los males del Japón actual. Nos recalcan varias veces la mucho mayor libertad sexual de la época Edo, e incluso en uno de los episodios sale un occidental que ha huido a Japón después de ser perseguido en su país por homosexual. Es cierto que la época Edo podría compararse en este sentido a nuestra Grecia clásica, y había bastante liberalidad (buscad algo sobre los shunga), pero, por otro lado, la japonesa era una sociedad fuertemente feudal, donde estos supuestos privilegios eran disfrutados por una minoría, la clase guerrera gobernante. Resulta irónico mirar con nostalgia una época donde una casta guerrera sustentaba su vida de placeres sobre la semi esclavitud de la casta de agricultores. Todo eso empezaría a cambiar en la época Meiji y la aparición del comercio, que acabaría creando clases medias entre la nobleza samurai y los campesinos indigentes. Además de esta nostalgia, repiten bastante la influencia de los grabados ukiyo-e sobre Van Gogh a la hora de pintar sus famosos Girasoles. No voy a negar la clara influencia del arte japonés en este pintor y en muchos de sus contemporáneos, pero en la serie a veces da la sensación de que toda la cultura occidental es producto japonés. Si quieren ver influencia japonesa en occidente, no creo que sea muy apropiado buscar entre mil recovecos para llegar a demostrar que el grafitti o el hip-hop sean el resultado de la influencia del Japón del siglo XVIII sobre Europa...

En definitiva, una serie estéticamente muy interesante, y también muy entretenida, si obviamos el par de incongruencias que he comentado en el párrafo anterior, que se desarrolla bastante rápido y donde todos los episodios mantienen un buen nivel, incluso un par de episodios de relleno, que llegan a ser dos de los episodios más interesantes: uno con ¡¡¡zombies!!! donde sale nada más y nada menos un zombie que se llama Savini y una fugaz aparición de El Lobo Solitario (y también su cachorro), y otro episodio centrado en un partido de béisbol completamente surrealista, donde el humor aburdo de la serie llega a su cúspide.