martes, 30 de octubre de 2007

Tarde atípica

Apenas llevo un par de semanas de clase, pero ya me han cambiado totalmente los horarios (aunque poco a poco voy acumulando alguna que otra hora de sueño que tendré que recuperar). Debe ser una de las ventajas de mi modo de pensar, o más bien de mi modo de vivir en las nubes, vivir cada momento y no pasarme el día mirando hacia atrás (aunque por otro lado, tampoco tengo demasiado tiempo para hacerlo). En unos pocos días mi mente ya se ha configurado y adaptado a estos nuevos horarios, quizá demasiado. Y eso es lo que me ha motivado a escribir esto: me he sentido... ¿sorprendido? esta tarde, por que he salido pronto de la facultad, pero mi subconsciente parece que no se ha dado cuenta de ello, no quería reconocer que apenas eran las seis y media, en lugar de las diez. Aunque el cambio de hora y que ya sea de noche ha contribuído bastante...

Y... quería continuar la entrada, pero me he quedado en blanco. Tengo mil ideas sin desarrollar en la cabeza, un montonazo de algunos videojuegos, y pelis, y libros que he leído últimamente, pero me temo que el periodo de vuelta al cole me ha dejado un poco agotado, mentalmente hablando, pero este puente vuelvo al frío norte, y espero recuperar fuerzas :) o al menos, no dejar morir esto otra vez.

De momento, he aprovechado esta tarde libre para aprovisionarme en la biblioteca...

domingo, 21 de octubre de 2007

Interstella 5555

hoy he llegado pronto a casita, y, como me han dicho por ahí que tengo esto abandonado, me he puesto a pensar en qué podría contar... y recordando viejos tiempos, me he puesto a ver vídeos de Daft Punk en youtube.

Este lo he visto cienes de veces en algún canal, quizá la MTV, lo pongo aquí íntegro para mis escasos lectores :) Son 13 partes, pero merecen la pena, dadle la oportunidad a alguna de ellas, aunque sólo sea a la primera

Daft Punk + Toei



























martes, 2 de octubre de 2007

Un mal viento

En estos momentos suena Raiford (The felon wind), de Earth, escuchable aquí.

Estos dos últimos días ha estado soplando por aquí el viento del sur. Un viento lento, pesado, densas masas de aire que perezosamente se agitan. Este aire, con esa sensación plomiza de calor, esas pequeñas ráfagas, crean una extraña sensación... hay una extraña inquietud en el aire, una sensación opresiva. El cielo aparece cubierto de un manto de nubes grisáceas, la luz del sol se vuelve más áspera, hiriente... a mí particularmente estos días así me producen una extraña sensación de inquietud, de algún tipo de tensión subterránea a punto de estallar.
Pasar la tarde sentado en un parque, viendo como el viento agita levemente los árboles, cómo las hojas caídas vuelan a ras de suelo... días así me recuerdan un puñado de escenas de cine. Una es de Sospechosos Habituales, cuando van a reunirse con un mafioso a una especie de pagoda a la orilla del mar. Otra es una de las escenas al principio de Black Hawk Derribado, donde casi se puede masticar la tensión.


Sospechosos Habituales

En Torrelavega la gente se vuelve loca con este viento. La mayoría están apagados, dejándose simplemente llevar, sin ganas de nada, mientras otros sufren algún tipo de hiperactividad momentánea. Navegando por ahí he encontrado este texto que lo describe bastante bien.

Hay días en que el sueño te vence, por mucho que hayas descansado. La culpa suele ser del estrés, por supuesto, cuando no de la presión atmosférica. Sin embargo, cuando te sientes tan cansado que sólo te apetece dejarte caer sobre algo blando y, a ser posible, horizontal, recomiendo al personal que compruebe que no sopla viento del sur. En las zonas de montaña, por ejemplo, saben que el viento del sur trastoca las cabezas y las almas, y en algún ordenamiento jurídico de un país europeo harto montañoso, llegó a ser contemplada esta circunstancia atmosférica como eximente criminal, al entenderse que el viento sur podía volver temporalmente loco al más pintado.
Y es que cuando el viento llega del sur profundo, trae consigo el eco de la aventura, del paisaje interminable, del desierto de arena y de la árida sabana, de guerras lejanas y crueles, de monstruos imaginados... No es como el viento del norte, que trae frío y despeja la cabeza, al tiempo que nos habla de agua y suecas.


http://www.eldiadeciudadreal.com/noticia.php/3653