sábado, 26 de diciembre de 2009

Algernon Blackwood

Desde que el volumen de Los mitos de Cthulhu editado por Rafael Llopis cayó en mis manos he ido leyendo poco a poco a casi todos los escritores que aparecen en él, desde las tempranas influencias de Arthur Machen o Lord Dunsany hasta sus herederos, como Robert Bloch. Sin embargo, Algernon Blackwood se me había escapado hasta ahora, y eso que es el autor nada menos que de El wendigo, uno de los mejores relatos de todo el libro.

Aunque, en realidad, esto no es del todo cierto, ya que sí había leído parte de la obra de Blackwood, las aventuras de John Silence, investigador de lo oculto, una extraña mezcla entre un detective y un cazafantasmas, en cuyos relatos se mezclan la investigación más prosaica con pentáculos y sortilegios. Las aventuras de John Silence tuvieron tanto éxito que otro de los escritores más admirados de Lovecraft, William Hope Hodgson se animaría a crear a otro detective de lo oculto: Thomas Carnacki, el cazafantasmas.

Aparte de estas aventuras de John Silence, Blackwood escribió una buena cantidad de relatos de terror más clásico. Y son estos relatos los que me ha costado encontrar hasta ahora, ya que por fin conseguí encontrar en la biblioteca del barrio La casa vacía, en una venerable edición de los años 80. Dentro de este volumen recopilatorio se pueden encontrar dos grandes tipos de relatos. Por un lado, la mayoría son historias de fantasmas, con los ingredientes habituales de aparecidos y casas encantadas, y por el otro lado, también podemos encontrar historias más cercanas al Wendigo, una especie de interpretación sobrenatural de las aventuras en Alaska de Jack London. Por otro lado, también podemos encontrar una aventura de John Silence, Culto secreto, con la particularidad de no estar narrada desde el punto de vista del investigador, apareciendo éste únicamente al final de la historia.

El nivel de los relatos es un poco irregular. Todos ellos son buenos, sin embargo, algunos de ellos no tienen la fuerza necesaria para hacerse un hueco en la memoria. Un ejemplo claro de esto son El hechizo de la nieve, con una versión victoriana del súcubo cuya lectura se me hizo un poco cuesta arriba (nunca mejor dicho), o Puede telefonear desde aquí, un relato de poltergeist telefónico excesivamente previsible. Pero para contrarrestar estos relatos un poco flojos, tenemos auténticas maravillas como La casa vacía, una historia de casas encantadas que pone los pelos de punta, El que escucha, con un ambiente insano y opresivo, El cuento de fantasmas de la mujer o Cumplió su promesa.

En esta recopilación Blackwood demuestra que es un maestro a la hora de manejar los resortes del cuento de fantasmas y casas embrujadas, sin embargo, falla a la hora de buscar transmitir terror por otros medios. Pero los relatos menores son de sobras compensados por las maravillas comentadas más arriba. A falta de leer su otra gran obra, Los sauces, Blackwood se ha ganado un puesto de honor en mi particular panteón.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Sci-fdi

Vuelvo a actualizar sólo para hacer un poco de autobombo: he colaborado en la edición de Sci-fdi, una revista sobre ciencia ficción publicada por la biblioteca de mi facultad (de ahí viene lo de fdi: Facultad de Informática, jeje). Esta misma semana hemos publicado el primer número, en una edición virtual, aunque si la iniciativa prospera, quizá lleguemos a publicar en papel, ¡quién sabe!



Como decía antes, la revista está enfocada hacia la ciencia ficción, con un contenido mayoritario de relatos, pero también interesantes ensayos. En este primer número en concreto, hay dos textos muy interesantes en homenaje a Ballard, que nos dejó este año, siete relatos, un cómic, y un texto de presentación de Miquel Barceló.

Espero que os parezca una publicación interestante, ya que queremos hacerla salir adelante. Y si teneis algún material que os interese publicar, en breve comenzará el plazo de recogida de materiales para los próximos números.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Aniversario

Sin darme cuenta, ya han pasado cuatro años desde que empecé con este blog. El pasado jueves se cumplieron cuatro años desde que escribí aquel hello world bloguero. Quería haber escrito algo, sin embargo, ahora mismo me siento incapaz de ponerme a escribir.

Diciembre suele ser uno de los meses más productivos en este blog, sin embargo, este año, a pesar de tener ganas de escribir sobre un montón de cosas, no llego a encontrar el momento de sentarme y ponerme a desarrollar algún tema en concreto. Así que voy acumulando ideas, apuntes y borradores a medio desarrollar. Espero que en las vacaciones tenga tiempo para centrarme y poder escribir sobre unas cuantas cosas que he leído estos días.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Parecidos razonables

Tras un parón de casi un mes, vuelvo a la carga, aunque de manera muy breve. Un post visual, lo que representa un cambio importante tras todo este tiempo colgando parrafadas. Últimamente estoy leyendo muchos tebeos de los años setenta, gracias a la increíble labor de escaneo y selección de historias que realiza el autor del blog Diversions of the Groovy Kind. Y, el otro día, leyendo una de estos tebeos, tuve una curiosa sensación de déjà vu... comprobadlo vosotros mismos. En primer lugar, la splash page de una historia de (como dice el título) espada y brujería, y, en segundo lugar, una de las escenas más reconocidas de El príncipe Valiente.



Aprovecho para recomendar también la sección de déjà vu del Dr. Zito, empezando por su último hallazgo.