[La entrada no va a ser muy extensa, pero aviso: si alguien tiene ganas de ver la película sin que le jodan el argumento, no debería seguir leyendo, habrá inmisericordes spoilers.]La historia comienza de una manera aparentemente trivial: Trelkovsky, un apocado ciudadano francés de origen polaco (lo cual, en Francia, significa más problemas que si sólo fuera francés), interpretado por el mismo Polanski, que busca un apartamento donde vivir. Pero, cuando encuentra uno que es de su gusto, descubre que hay una extraña historia detrás: la anterior inquilina, Simone, trató de suicidarse poco antes, y aún está agonizante en el hospital. Así que Trelkovsky, una vez apalabrado el piso con el dueño, va a hacerle una visita al hospital. En el hospital conoce a una de las amigas de la antigua inquilina, y poco a poco, tras la inevitable muerte de la suicida, comienza a obsesionarse con Simone. Además, los inquietantes vecinos de Trelkovsky comienzan a hacerle la vida imposible, culpándole de todos los males que pasan en el vecindario, asediándole con críticas continuas. Y, mientras vive en el apartamento, va descubriendo y aceptando como propia la vida de Simone. Empieza por seguir con su tradición de desayunar en el mismo bar, fumar los cigarrillos que ella fumaba, y con cada uno de estos actos va desplazando su personalidad, cada vez más en crisis por el ambiente agobiante, claustrofóbico, creado por los vecinos de Trelkovsky, cada vez más empeñados en atacarle. Y el resultado es la ruptura de la mente de Trelkovsky, que va a ser sustituída por la imagen que ha ido creando de Simone, travistiéndose para tratar de convertirse en ella. Su paranoia es cada vez mayor, creyendo que los vecinos conspiran para volverle loco, o para matarle. Los vecinos hicieron que Simone se suicidara, y, por lo tanto, Trelkovsky, ahora convertido en Simone está pasando por lo mismo que pasó ella, está sufriendo el acoso de los vecinos que quieren hacer que se mate. Y en un extraño bucle, finalmente Trelkovsky desaparece, y el nuevo Trelkovsky-Simone vuelve a arrojarse por la ventana, para cerrar con el suicidio del nuevo inquilino la extraña relación de parásito mental.
Una historia completamente bizarra, inquietante, no sólo por ver cómo la locura se va apoderando del personaje, si no por la sensación opresiva que transmite la película, desde los vecinos tocapelotas hasta un París sórdido, oscuro y sucio, lejos de la imagen que suele aparecer en las películas.
Recomiendo a mis escasos lectores que vean la peli, y, si quieren, un análisis mucho más elaborado en la Sesión Golfa de Mondo Zombie.