viernes, 5 de diciembre de 2008

¿La caída de Connolly?

Por aquí ya he hablado alguna vez de John Connolly y su criatura: Charlie "Bird" Parker. Desde el primer momento en que entré una vez de rebote en el hilo que abrieron sobre él en Sedice, supe que había encontrado algo que me iba a gustar. Poco después, buscando algo en la biblioteca del barrio, encontré el primer volumen de la saga de Charlie Parker, y desde entonces se convirtió en uno de mis escritores favoritos, o al menos, sus novelas se convirtieron en unas de mis preferidas. En la entrada que he enlazado un poco más arriba intenté explicar someramente qué es lo que hay en una novela de Connolly: esa mezcla entre la novela negra más clásica, con un detective estilo hardboiled, al que la vida ha tratado bastante mal. Parker es una revisión actual del Sam Spade de Hammett, o del Philip Marlowe de Raymond Chandler. Sin embargo, mientras estos dos detectives son las herramientas para narrar una historia, en las novelas de Connolly Parker es más que eso. No es un instrumento que permita ir tirando del hilo, si no que es parte del hilo. Deja de ser un simple investigador, frío, distante, para convertirse en juez y parte en las historias. No es un personaje, si no una persona. Conocemos sus pensamientos, sus emociones, podemos empatizar con él, y conseguir ver la acción a través de sus ojos de una manera cercana.

Por eso sus novelas son tan adictivas: en apenas un par de páginas, ya te has metido en la historia, y con una prosa muy ágil, los hechos se van sucediendo sin descanso a lo largo de toda la narración. Desde el comienzo de "Todo lo que muere" van a entrar en juego dos realidades, normalmente separadas, pero para las cuales Charlie Parker servirá de punto de unión: el mundo tal y como lo conocemos, y una realidad fantasmagórica paralela a la nuestra. La primera novela es la toma de conocimiento de Parker de este otro mundo, es una experiencia iniciática, una catarsis que le permitirá deshacerse en gran parte del legado mundano que lo estaba arrastrando en una espiral de autodestrucción. A través del contacto con los seres de este otro mundo, Parker podrá redimirse, encontrando el punto de equilibrio entre la luz y las sombras, entre el relato policíaco y de novela negra y el de terror.

Por otro lado, también sabe explotar esta dualidad del mundo en otros relatos, ya mucho más cercanos al terror, pero moviéndose en distancias mucho más cortas, aunque es cierto que en algunos de los que componen la recopilación "Nocturnes" flojean, y, sobre todo, que el relato más interesante es el protagonizado por Parker.

A medida que voy leyendo lo que va publicando, parece que Connolly sabe moverse mejor en el lado más terrenal de sus historias, pues las novelas de Charlie Parker se van haciendo más difusas a medida que va sumergiéndose en ese reverso tenebroso del mundo. Cada vez las historias van perdiendo contenido y dando más vueltas en torno a puntos muy etéreos de la narración, enredándose en descripciones de lo trascendental en las historias. O quizá sea el agotamiento de una fórmula, o del personaje de Parker, no lo sé. ¿Está Connolly descendiendo lentamente hacia la más vil mediocridad, hacia la medianía?

John ConnollyCon la lectura de "Bad Men", su primera novela independiente del ciclo de Charlie Parker, estoy sufriendo una pequeña decepción. Cronológicamente, su publicación (2003) está entre el cuarto libro de Parker (El camino blanco), en 2002 y la de "Nocturnes", en 2004. Hay algo que no me está gustando demasiado en esta novela. ¿Es que no está Charlie Parker? Quizá, pero, desde luego, no es sólo eso, si no también una cantidad excesiva de narrativa circular, intrascendente, descripciones reiterativas de los mismos personajes, y, sobre todo, vulgaridad. Hasta ahora, los personajes de Connolly sabían expresarse con corrección, al menos, corrección formal. También es cierto que la traducción le daba un nivel discursivo un poco más alto que en inglés, pero con esta novela no hay excusa que valga, los personajes usan un vocabulario y unas formas de expresión demasiado vulgares... y, por otro lado, algunos capítulos que no tienen ese toque del autor, esa atmósfera sombría que sabe conferir a sus escenas. Los personajes más oscuros no son (de momento), como en las otras novelas, puntos de intersección entre las dos realidades, si no psicópatas más cercanos al slasher, con algunas escenas que recuerdan a los "Renegados del diablo" de Rob Zombie, y, algo que no sé si es atribuíble a Connolly o a mí es una narración demasiado fragmentada, continuamente saltando de aquí para allá, con personajes que aparecen y desaparecen. Esto crea dos problemas: el primero, alguna que otra confusión, y el segundo, lo que comenté antes acerca de la repetición, por la necesidad de reintroducir personajes de los que se había perdido el hilo.

Pero aún queda esperanza, por que todavía me faltan unas cuantas páginas de este libro, y además, me falta leer el último (de momento) libro de Charlie Parker. Y una sensación de duda respecto a las posibles adaptaciones cinematográficas de alguna de sus novelas, que parecen estar ya en preparación. Una de ellas, sobre un relato de "Nocturnes" y otra, sobre la novela que acabo de vilipendiar. Veremos...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde que leí unos cuentos de la primera etapa de Dashiell Hammett, no he vuelto al relato policíaco. Y, a estas alturas, lo echo de menos. De Connolly no he leído nada, aunque sí estaba al tanto de su éxito. Por lo que comentas, veré si consigo alguna de sus novelas anteriores.

Por cierto, imagino que llamándose el personaje Charlie Parker, al menos tendrá alguna noción básica de cómo se toca el saxofón. :D

Knut dijo...

¿Lo de ese otro mundo es lo que parece? ¿Literalmente? Es que si es eso me has puesto hasta nerviosete, jejeje, me apetece una barbaridad algo así... Es eso, ¿no? O simplemente te refieres a lado oscuro de la sociedad y tal, nada ontológico, vamos...

Ains

padawan dijo...

Clau: la primera novela de Charlie Parker es una lectura que le va a gustar a cualquiera que haya disfrutado con Hammett. También en la novela se hacen unas cuantas bromas sobre el nombre del personaje :)

Knut: no sé cómo explicártelo, es como si Parker fuera una especie de punto de unión entre vivos y muertos, toda la primera novela es el proceso de toma de conciencia del personaje de su capacidad de ver y entender cosas que no llegan a los demás.