viernes, 6 de marzo de 2009

Connolly mejora... de momento

Tengo la mala costumbre de escribir a destiempo en este blog. A veces, quiero hablar de un tema, o comentar una película o libro, pero hace tanto que la idea da vueltas por mi cabeza que se ha diluído demasiado y las ideas que quería comentar se han evaporado. En esta ocasión, como en otras, me pasa justo lo contrario: estoy a la mitad (más o menos) de una lectura, pero siento el impulso de escribir algo acerca del libro.

El libro es la nueva entrega de la saga de Charlie Bird Parker de John Connolly, un personaje que ya ha salido en dos ocasiones por aquí, para bien, o para mal. En esta última entrada sobre el escritor, comentaba lo que parecía un bajón en su estilo, algunas preocupantes señales de decadencia, en parte por el abandono de sus temáticas habituales, y en parte por el desgaste que habían sufrido las mismas tras su empleo durante unas cuantas novelas. El primer aspecto negativo puede ser perdonado, al fin y al cabo, Connolly ha desarrollado la historia de Parker durante cinco novelas, y al abandonar el personaje, el eje de todas sus narraciones (salvo algún relato corto) y tratar de explorar nuevos territorios, ha entrado en el terreno de lo desconocido e inseguro. O quizá le pase como a AC/DC. Saben hacer lo suyo muy bien, y a estas alturas, si intentasen hacer un disco distinto chirriaría bastante. Esto no deja de ser ni positivo, ni negativo. El estilo de Connolly es muy personal, como son los temas que trata, su forma de hilar sus historias, la mezcla entre la novela negra más clásica, con un barniz actual, con un trasfondo fantasmal. Parker es un detective que busca erradicar un mal, provenga o no de este mundo. Y me temo que esta combinación de temas no funciona si Parker no ejerce de bisagra entre el mundo terrenal y el mundo de las tinieblas.

Y eso no hay más que verlo en la última entrega de la serie: "Los Atormentados." Después de la anterior entrega ("El ángel negro"), mucho más centrada en el aspecto sobrenatural de la serie, con Parker enfrentándose más a lo sobrenatural que a lo terreno, vuelve a poner los pies en la tierra. Por lo que veo, no soy el único al que la anterior entrega le defraudó. Pero esta, por lo que llevo leído, compensa ese pequeño bajón en la serie. No llega al nivel de la primera o la segunda novela (¿esto es objetivo, o la nostalgia enturbia la valoración?), pero es Connolly en estado puro. Además, es todo un regalo para sus fans más completistas: no sólo por el disco que acompaña al libro, con una selección de canciones con las que Connolly pone banda sonora a sus novelas, si no que las páginas tienen unos cuantos guiños a varias de las otras obras del escritor, no sólo las novelas de Parker, si no también uno de sus relatos cortos, o la mención de algún personaje de Bad Men.

Aún no he acabado el libro, y puede que esto no sea un espejismo, pero he recuperado la ilusión, he vuelto a recuperar uno de los escritores que más he disfrutado últimamente.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo no he leído a Connolly, pero ese reverdecer de un autor al que uno le ha cogido cariño luego de llevarse un fiasco con él, es algo que me ha sucedido ya un par de veces. Y sí, es una especie de reencuentro luego de varios años, una sensación muy grata.

padawan dijo...

Bueno, con el libro ya terminado, puedo decir que sí es una mejora. Supongo que no volverá a hacer algo como lo que hizo en su primer libro, pero claro, ese primer libro era especial por proponer un nuevo punto de vista, por esa mezcla de elementos negros y fantásticos. Los demás pierden ese factor de novedad. La única pega se la pondría a las últimas páginas, donde se ata el último cabo suelto de manera un poco forzada, casi un deus ex machina. Y luego, una serie de "revelaciones" un poco ¿absurdas, innecesarias? como cuando en una película te dejan en la última escena una muestra descarada de que va a haber una continuación. Salvo por este par de tropiezos de última hora, el libro es Connolly en estado puro.