viernes, 20 de febrero de 2009

Sonido para un nuevo western

Llevaba tiempo queriendo hablar de algunas películas. Quizá no haya un género que las agrupe bajo un único denominador. Por otra parte, tampoco es necesario. Tienen una series de características en común, unas, obvias, visibles, y otras, más intangibles. Puede que parte de esas asociaciones sean subjetivas, y sólo yo las haya visto (aunque eso ya justifica sobradamente este post :) ), pero también hay gente por internet que las mete en el mismo saco, incluso inventando el concepto de western postmoderno para ellas. A mí esta etiqueta me es indiferente. Me parece bien que haya gente que la use, ya que eso puede servir para evocar una serie de ideas acerca de lo que se está hablando, pero tampoco es necesario crear etiquetas para poder hablar de una cosa.

Esta etiqueta ha empezado a ser usada sobre todo a partir de El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, pero también se aplica a algunas películas anteriores. Y como dije antes, el criterio es muy subjetivo, y cada uno se lo pone a las películas que quiera. Yo, en concreto, se lo pondría a esta película, y también a Open Range, un desconocido western de Kevin Costner. Hay alguna más, incluso fuera del género más estricto del western, como No es país para viejos, o Los tres entierros de Melquíades Estrada, que a pesar de su ambientación actual, son claramente dos western, con su clásica estructura y los mismos temas a tratar.

Sin embargo, yo quería hablar sobre las dos primeras, y es que tienen bastantes aspectos en común. El primero es cómo tratan el paisaje las dos películas. El paisaje siempre ha sido un elemento importante en este género, con sus historias enmarcadas en el Monument Valley, o los jinetes cabalgando por las inmensas praderas. Sin embargo, no era más que eso, un marco grandioso para la historia que se estaba contando. Pero en estas dos películas, el paisaje es algo más, hasta llegar al punto de cobrar protagonismo en la historia. El paisaje no sólo enmarca la escena, si no que puede añadir matices, o sensaciones que no estaban presentes (esto también pasa, aunque en menor medida, en Into the Wild). Y también tienen en común el aspecto que se da a esos paisajes, con una fotografía destinada a realzar mucho el dramatismo... con el romanticismo alemán como principal referente.

Pero no es sólo el paisajismo, si no también los personajes. El esquema clásico del western del viejo, o el veterano. En este caso, Costner y Pitt no son viejos, pero sí interpretan personajes maduros, cercanos ya a su ocaso, si no una decadencia física, sí que sufren una decadencia moral. Los dos son personajes cansados de vivir, lacónicos. Y para completar, el joven, el aprendiz, que está llamado a ver el fin de su maestro, su retirada. Es un esquema que se suele repetir en el western, desde el arquetipo presentado en Centauros del Desierto. Estas películas no dejan de repetir un esquema clásico, pero pasado por un filtro distinto, más oscuro, quizá más reflexivo.

Y la tercera conexión, en este caso la más subjetiva, es una unión entre estas películas y la música, los discos de 16 Horsepower, o también los de Woven Hand. Todo lo que se refleja en los paisajes, en la melancolía de los personajes, está reflejado en esta música, con un ambiente crepuscular, y con la inspiración de la américa profunda, oscura, misteriosa. Música de predicadores y pioneros, de un tiempo ya perdido. Como ejemplo, Cinder Alley.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que a mí siempre me cautivó del western clásico -ya sea en las variantes de John Ford, de Sam Peckinpah o de Sergio Leone- es la dimensión épica que el género rebosa. Borges decía: "en todo el planeta, cuando la gente ve un western –al contemplar la mitología del jinete, el desierto, la justicia, el sheriff, los disparos y todo eso–, creo que capta la emoción de la épica, lo sepa o no".

Por lo demás, esta nueva etiqueta también me resulta completamente indiferente. Con respecto a "El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford", tengo sensaciones encontradas: me pareció un western de un estilo muy refinado, con secuencias memorables, pero quizá algo excedido en el metraje.

Anónimo dijo...

Ah, por cierto, de Woven Hand he escuchado a la pasada un disco, y me gustaron muchísimo.

padawan dijo...

A mí también me parece que es excesivamente larga, pero es una enfermedad común a todo el cine actual. ¿cuántas de las películas de la taquilla actual duran 2 horas o más?

Anónimo dijo...

Ya he anotado la de Kevin Costner que has nombrado. Más todavía viendo que también sale un excelente actor como es Robert Duvall (creo que esa peli no se estrenó siquiera aquí).

padawan dijo...

yo tampoco tengo muy claro si se estrenó en España, yo la vi directamente en el DVD, y fue una grata sorpresa. No quiero desvelarte nada, pero... ¡que finalazo!

Luis Caboblanco dijo...

El western acabó con "Sin perdón" a mi humilde entender...

Saludos