martes, 1 de abril de 2008

fin y nuevo comienzo

Hoy es el primer día de abril, y llevo unos días pensando en actualizar, buscando algún tema, tratando de encontrar alguna idea que me permita rellenar esta caja de texto en la que escribo, algo que ocupe el suficiente número de líneas como para que merezca la pena tanto escribirlas como pensarlas, pero es difícil encontrarlo. Me encuentro disperso: me cuesta concentrarme, leer algo de un tirón, sea un artículo en un blog, o el capítulo de un libro, y descubro que aunque mis ojos sigan las líneas y los párrafos, mi mente está divagando por algún otro lugar... A los escasos segundos de ponerme a hacer alguna cosa, siento ganas de dejarlo y ponerme a hacer algo distinto, en fin... un desastre.

Así que me enfrento a esta caja de texto vacía... sin ninguna idea en concreto. O quizá con un par de ideas, pero demasiado nebulosas aún, una nube de palabras, conceptos, incoherente, sin apenas conexiones entre sí. La dos giran en torno a un par de películas que he visto este fin de semana.

La primera, ciertamente decepcionante: Tygra, Hielo y Fuego, y eso que a priori, era una película que hubiera podido encantarme: fantasía heroica, espada y brujería, como querais llamarlo, bárbaros y hechiceros enfrentándose, voluptuosas mujeres apenas cubiertas con vaporosos tejidos, en fin, una historia con todos los ingredientes necesarios para ser realmente apasionante en las manos adecuadas. ¡Y parecía que estaba en esas manos! Quizá Bakshi no sea un genio de laFrazzeta - Death Dealer animación, pero al menos estaba respaldado por la maestría de Frazetta, y con Roy Thomas, guionista de Conan, colaborando en el guión.
El primer engaño está en la portada: "La leyenda del cómic Frank Frazetta (creador de Conan el Bárbaro [...])". Vale que Frazetta ha hecho algunas de las mejores ilustraciones para Conan, pero de ahí a convertirlo en su creador, va un abismo! Si esto no es publicidad engañosa... Y sin embargo, la presencia de Frazetta apenas parece ir más allá de la aparición de su icono más famoso: Death Dealer (a la derecha).
La animación, como ya usó Bakshi para su adaptación de El Señor de los Anillos, se hizo mediante rotoscopio (dibujar encima de las secuencias filmadas) lo que, contraproducentemente, hace que los movimientos muchas veces parezcan irreales, extraños, las líneas ondulan, se desdibujan y desaparecen... ver moverse a los personajes es ciertamente extraño, da una sensación muy pobre, que se ve resaltada por lo austero de las escenas... ciertamente, los fondos están muy detallados, sobretodo en las secuencias de la selva, pero aparte de este fondo, apenas hay nada, y, uno de los detalles que más empobrece la película es la casi total ausencia de sangre, salvo en algunas de las escenas de Darkwolf, el personaje representado por Death Dealer, lo cual resulta muy triste, teniendo en cuenta que durante toda la historia hay combates: espadazos, flechazos, un dinosaurio que devora a varios esbirros del Malo... todo esto, completamente aséptico, y a la vez, cutre. Además de ser en ocasiones confuso.

Pero esta pobreza de medios podría verse compensada por un buen guión... pero no termina de ser el caso: la historia está planteada muy tópicamente, lo cual no tiene por qué ser un problema, pero el contexto con el que han pretendido envolver la aventura de pura espada y brujería resulta demasiado forzada. La situación podría resumirse en un héroe bárbaro buscando venganza de los esbirros sub-humanos del Señor Oscuro de turno, y del rapto de la Princesa por un grupo de estos esbirros. Así, toda la parte central de la historia, en la que el héroe se encuentra con la princesa, su huída a través de la pantanosa jungla, sus luchas con los subhumanos, el nuevo rapto de la princesa, la aparición del Guerrero Legendario que guía y ayuda a nuestro héroe están narradas con agilidad, hay acción a raudales y el resultado es una pequeña historia de espada y brujería apasionante. Sin embargo, el desenlace, la Batalla Final hace que todo se precipite hacia el abismo de la vulgaridad, aplastado bajo el peso de un montón de diálogos francamente absurdos, de épica barata y sonrojante.

Dino BuzzatiY, por el otro lado, Il Segreto del Bosco Vecchio (El Secreto del Bosque Viejo), de Ermanno Olmi, basado en la novela homónima de Dino Buzzati. Ví de refilón el programa de la filmoteca para el sábado pasado, así que me animé a ir a verla, y no me defraudó, ni como película, ni como adaptación. No voy a entrar a comentar el argumento de la novela, si no la sutil habilidad para trasladar toda la magia que se desprende de la historia de Buzzati a la pantalla, cosa que, una vez vista la película, parece de lo más natural.
Y es que resulta difícil poner en imágenes una historia cuyos protagonistas no son sólo los habitantes de la villa en el Bosque Viejo, si no sus árboles, sus animales, su viento. El bosque y la Naturaleza desempeñan un papel más importante que las personas, no sólo en la narración, si no también en el desarrollo visual de la Il Segreto del Bosco Vecchiopelícula: las escenas en las que ha de hablar la naturaleza no están simuladas con efectos especiales, la lluvia, la tempestad, todo es real. El juego de imágenes hace que los animales parezcan hablar y ejecutar su parte del guión. Así, la naturaleza se muestra en todo su esplendor, plasma en la pantalla la sensación sublime de contemplar las montañas elevarse por sobre el bosque, de ver a la tormenta invernal sacudir los árboles, descargando su furia. Otro de los juegos más efectivos es el logrado para representar al Viento Matteo, las escenas en las que recorre el bosque o habla con alguno de los demás protagonistas, todo conseguido con la habilidad del ilusionista de engañar al ojo y la mente.

En definitiva, una adaptación soberbia, que sabe transmitir sobre la pantalla toda la ternura con la que Buzzati cuenta su historia, y, sobre todo, un fascinante juego visual, una excusa perfecta para mostrar imágenes de enorme belleza

5 comentarios:

Jennifer Ortega dijo...

Mmm, hombre, es cierto lo que comentas sobre el movimiento de la imagen, que es difuso y extraño, pero dada la dificultad de la técnica - o al menos la que atribuyo - es algo que para mí no tiene mucha importancia, o al menos no lo veo como defecto. Lo que sí es verdad y ahí sí te doy razón es que a veces los rostros parecen inexpresivos, son muy simples en cuanto a los rasgos, etc. Y en cuanto al argumento, hombree... a mí me encantó, ya sabes!

La verdad es que me da penica que te haya decepcionado ^^ Pero bueno, otra vez será!

Me encanta lo de "vaporosos tejidos". Y no me dirás que la princesita no está bien, aunque sea culona!!

Un besín ;)

Anónimo dijo...

El día que no empieces con la entradilla de "no sé que escribir" o "llevo mucho tiempo sin actualizar" no sé que es lo que voy a hacer, jeje

Anónimo dijo...

A menudo, por no decir casi todos los días, esa dispersión de la que hablas, me invade por completo. Pero bueno, para eso conservo textos del blog antiguo a fin de llenar vacíos. xD

Con respecto a las adaptaciones, aunque no he visto la película que comentas, considero que más que guardar rigurosa fidelidad a la obra original, lo importante es que haya una afinidad estética entre el director y el autor.

black winter dijo...

Pues para no tener ideas te ha quedado un gran post.

Tomo nota de "Il Segreto del Bosco Vecchio"

Hablamos...

Anónimo dijo...

hola, ¿quieres intercambiar links? me puedes agregar con el titulo Foto Turismo, y pasa por mi blog a dejarme el tuyo, saludos

http://fototurismo.blogspot.com/