martes, 3 de agosto de 2010

¡Vacaciones!

Hola, amigos. Últimamente he tenido el blog bastante parado, el calor de Madrid no invita a sentarse frente al ordenador y ponerse a escribir, y menos aún a ponerse a pensar. Pero tampoco quería dejar esto completamente parado durante el verano, así que, antes de irme de vacaciones, he decidido dejar un par de entradas escritas para que se publiquen, ellas solitas, durante mi ausencia. Así que cuando leas esto yo estaré pasando fresquito a más de 3.000 kilómetros de aquí.

Supongo que muchos de vosotros también estaréis aprovechando el mes de agosto para tomaros unas vacaciones, así que había pensado en escribir (por una vez) una entrada útil. Este año estoy leyendo un montón (llevo más de 40 libros leídos, sin contar tebeos) pero me he dado cuenta que apenas estoy escribiendo sobre los libros que más me han gustado o que más me han hecho pensar. De hecho, en este blog, sólo he escrito sobre dos libros: Los Simpson y la filosofía y las Cartas de España, de José Blanco White. Como decía antes, no me veo con fuerzas para ponerme a analizar en profundidad ninguna de mis lecturas, así que me limitaré a recomendar una serie de libros y a escribir unas pocas líneas sobre cada uno de ellos.
  • La isla del tesoro, de R. L. Stevenson. Aprovecharé para confesar que ha sido mi primera lectura de esta increíble novela. De pequeño había leído adaptaciones en tebeo, pero no la original de Stevenson. Es la novela de aventuras perfecta, desde su comienzo, en ese siniestro páramo inglés y la taberna de ambiente terrorífico hasta la llegada a la isla, motín pirata incluído. He hablado mucho sobre Perdidos, pero antes de la Isla de Dharma existió esta isla, con sus propios misterios y tesoros ocultos. La serie le debe bastanta a Stevenson. También aprovecho para recomendar el programa Los dos de la tarde, en el que Llosef colabora con una sección de literatura pulp y otras hierbas. Aquí podeis escuchar el que dedicó a La isla del tesoro.
  • La sombra del asesino, una recopilación de los mejores relatos policiacos y detectivescos publicados por Valdemar. El volumen sigue un orden más o menos temático, dividido en distintas secciones. Empieza con "Los instigadores", de un goticismo primerizo: la desasosegante historia "El confesionario de los penitentes negros", de Ann Radcliffe. Después podemos encontrar al siempre genial Thomas de Quincey y un relato un tanto flojo de Le Fanu. Por supuesto, tenemos también a Poe, creador de muchas de las convenciones que seguiría el género a partir de entonces, no en vano, la segunda sección, "El cerebro de la trama", está formada únicamente por su relato "La carta robada". A partir de ahí entramos de lleno en el canon del detectivesco inglés del siglo XIX: Wilkie Collins, Conan Doyle... A medida que escribo me doy cuenta que este volumen bien merece una entrada, pero me gustaría seguir poniéndoos los dientes largos con los nombres aquí reunidos: Dickens, Melville, Stevenson, Kipling, Joseph Conrad, Saki, H. G. Wells, Oscar Wilde, Voltaire, Mark Twain, Jardiel Poncela, Guy de Maupassant, Bram Stoker, W. H. Hodgson y Robert Bloch, entre otros.
  • La sombra del torturador, de Gene Wolfe. Llevaba bastante tiempo alejado de la fantasía, exceptuando periódicas relecturas de Conan y unos cuantos ratos de lecturas divertidas con Drizzt y otros héroes de Salvatore. Aparte de esto, me aburrieron las, al parecer intocables, Crónicas de la Dragonlance y no he vuelto a leer ninguna saga de un grupo de héroes involuntarios salvando al mundo. Pero Wolfe es otra cosa y es que sabe crear un personaje increíble, el torturador del título, inmerso en un mundo extraño, que apenas comprendemos. Como el protagonista de la novela, sólo conocemos lo que vemos. El mejor libro de fantasía que he leído en muchísimo tiempo, capaz de reconciliarme con un género que creía agotado.
  • Pedro Páramo, de Juan Rulfo. Leí este libro mientras se iba emitiendo la última temporada de Perdidos y no pude dejar de encontrar unas cuantas similitudes, que no voy a comentar para no estropear nada. En un pueblo desolado, en mitad de un desierto, Rulfo rasga la separación entre la realidad y el mundo del sueño, con una compleja estructura narrativa, mostrando poco a poco piezas de una historia que no cobrará todo su sentido hasta el final. Por no hablar de lo bien que escribía este hombre, cuidando cada palabra, cada párrafo para que todo tenga el ritmo apropiado.
  • Los libros publicados por Es Pop Narrativa: Acero, de Todd Grimson, A la cara, de Christa Faust y Capturado, de Neil Cross, de los que he hablado en mi otro blog.
  • Masters of Doom, de David Kushner. Un repaso a la historia de id Software, creadores de videojuegos como Wolfestein, Doom o Quake. Una especie de Behind the music de una de las compañías más míticas en la industria. Y es que con sus videojuegos descubrí la pasión de sentarme frente a un ordenador y disparar a miles de monstruos (o nazis).
  • Sefarad, de Muñoz Molina, de la que hablaré en una entrada futura :D
  • Zombies, una antología de... zombis, de Minotauro. Tiene algún relato un tanto flojo, pero a cambio, otros muy buenos de gente como George R. R. Martin, Stephen King, Robert Silverberg o Muerte y sufragio, Dale Bailey, que se adaptaría en el episodio Homecoming de Masters of Horror.
  • Con la risa en los huesos y Quien ríe el último, otra antología con los mejores relatos de humor aparecidos en Valdemar. La lista de nombres tira de espaldas: Saki, Jardiel Poncela, Chesterton, Dickens, Ambrose Bierce, Jan Potocki, Mark Twain, Oscar Wilde, Kafka, Thomas de Quincey, Dickens... muy centrado en el humor inglés de finales del siglo XIX.
  • Y como no, las relecturas periódicas de mis autores de horror (cósmico o no) favoritos. Recuperé mi tomo de Los mitos de Cthulhu, perdido durante años, y volví a leer esos relatos que me descubrieron un mundo desconocido. Es un clásico que siempre merece la pena: Arthur Machen, Algernon Blackwood, Lovecraft, Robert E. Howard, Dunsany...

2 comentarios:

egan dijo...

No deberías leer tato; corres el riesgo de asimilarlo y volverte inteligente, je, je.

Me ha gustado bastante ese comentario sobre la obra de Stevenson. Es el relato canónico sobre aventuras en islas, todo lo demás es puro chicle, jejej

Encarni dijo...

Epigrama refrescante

Creo que puede venir a cuento este epigrama (del libro "Epigramatario sobre traductores", www.lulu.com), que es refrescante:

Traducciones veraniegas

En verano, Juan hace
sus frescas traducciones.
Las hace para aquellos
que están de vacaciones.