jueves, 5 de noviembre de 2009

Píldora: American Gangster


Otra asignatura pendiente. Y un experimento que parecía arriesgado, hacer una película de mafia con un protagonista negro. Podemos buscar precedentes, como GTA San Andreas, donde se sustituye al habitual italoamericano, como Tony Vercetti o el callado protagonista del GTA III por un pandillero de barrio. Y, sin embargo, en GTA San Andreas la narrativa no es la propia del cine de mafia más clásico, si no que utiliza historias más propias del cine de bandas, o el cine de ghetto. Podríamos decir que Carl Johnson está más cerca de Mentes peligrosas que de El padrino, por poner un ejemplo.

En American Gangster la narrativa sí es propia del cine de mafia en su forma más clásica, como una historia de aprendizaje y conquista del poder, con un enorme papel de Denzel Washington interpretando a un gangster discreto, inteligente y decidido, que no duda en mancharse las manos y hacer las cosas por sí mismo. Precisamente por ello, la historia está muy centrada en su personaje, Frank Lucas, rodeado de una serie de secundarios con escasa participación de la historia. Para conseguir esta relación tan directa con el personaje Ridley Scott se basa en los planos muy cortos, muy centrados en los personajes: vemos su cara, cómo mueven sus manos, pero nunca vemos las escenas en perspectiva. De esta manera se va construyendo una historia en base a retazos, sin tener nuca una visión general.

Estas escenas protagonizadas por Frank Lucas se ven complementadas con el hilo argumental protagonizado por Russell Crowe, que da vida a un policía en apariencia honrado e incorruptible, cuyo objetivo es desmontar las redes de tráfico de drogas. Desde la perspectiva del personaje de Crowe sirve para rellenar los huecos en la historia de Frank Lucas y añadir un contexto más amplio.

La historia se construye en base al duelo que mantienen estos dos personajes, el mafioso de aspecto y conducta intachable y el policía de aspecto y conducta desastroso, pero hay otro gran protagonista, que es la ciudad de Nueva York, sus barrios más marginales en una de las épocas más difíciles para la ciudad.

4 comentarios:

Raistlin dijo...

Tengo pensado verla dentro de poco, a ver qué tal...

Ibán dijo...

No he visto la película, pero en ese duelo que aventuras, entre el poli y el mafioso, veo ecos de Michael Mann... ¿no te parece?

padawan dijo...

Hmmm, no, no es un enfrentamiento a estilo de Mann... en Mann todo es más directo, más físico, mientras que aquí, casi toda la acción de la persecución policial se da en una pequeña sala con una pizarra llena de informes y fotos de sospechosos.

clau dijo...

Pues es cierto, yo no palpo mucho de Michael Mann en ésta peli. La verdad es que las dos últimas que he visto de Ridley Scott -tanto "American Gangster" como "Body of Lies", pero especialmente la primera- me gustaron mucho, y creo que dan cuenta de una suerte de evolución en su carrera luego de algunos títulos francamente mediocres.