miércoles, 30 de julio de 2008

Samurai Champloo

No soy muy aficionado al anime. Si alguien me recomienda una serie, trato de conseguir siempre el manga. Prefiero ir leyendo poco a poco que no tener que sentarme media hora delante de la tele... bueno, seamos sinceros, delanta del ordenador, para ver un episodio. Por no hablar de esas series para las que, para ponerte al día, tienes que ver ochenta, o doscientos episodios. Y, además, teniendo en cuenta que en el anime suelen meter grandes dosis de relleno gratuito, y no sólo episiodios absurdos, si no esa maldita manía de alargar las escenas hasta el absurdo. A cualquiera le vienen a la cabeza los partidos de Oliver y Benji que duraban semanas, o las típicas luchas en las que, antes de cada movimiento, teníamos eternas escenas en las que el protagonista filosofaba sobre lo humano y lo divino. Lo siento, pero con eso no puedo...

Así, que, como he explicado más arriba, aunque me la recomienden, me cuesta ponerme a ver una serie. La mayoría las descarto, y Samurai Champloo la tenía en la lista de posibles desde hace mucho, hasta que un día, en casa de un colega ví que se la había descargado, así que empezamos a ver unos cuantos episodios, y, al no ser demasiado larga (26 capítulos) me la he visto casi de un tirón, y la verdad es que me ha gustado mucho.

La serie tiene un hilo argumental bastante vacío, al menos hasta casi el final de la serie: una chica, acompañada de dos ronin, va en busca de un samurai que huele como los girasoles. Sí, eso es todo. Con esa excusa es suficiente para hacer un viaje por el Japón de la época Edo tardía, organizar unos cuantos combates y meter a los protagonistas en mil y un apuros. Como he dicho, esto no es más que un pretexto. Una excusa para poder desarrollar una interesante mezcla de situaciones y formas estéticas. Por un lado, como ya dije, la época Edo japonesa, como trasfondo, y mucho de cultura actual, y muchas influencias del hip-hop. Desde la música de los créditos iniciales, a los gestos y la manera de hablar de los protagonistas (bastante alejadas de lo que podría ser el comportamiento de un samurai de aquella época), o su ropa, pendientes, tatuajes, etc. Creo que la intro es un ejemplo muy bueno de esta mezcla:



En concreto este video me encanta. Es uno de los opening más currados que he visto en muchos animes, y bastante alejado del tópico, representando muy bien lo que se va a ver en la serie, con los dos ronin y la chica sobre los grabados tradicionales y las escenas en cuatricomía. Por lo demás, la animación es muy ágil, las escenas de esgrima son muy fluidas, poco recargadas, aunque en algunos momentos les pierda el exceso de sangre, sin embargo, es la excepción más que la regla.

Lo que en ocasiones chirría es la manera de usar el contraste entre la tradición japonesa y la modernidad occidental que usan de forma tan interesante en la serie como una forma de ataque, a veces velado, y otras más explícito a la "contaminación" de lo japonés por lo occidental. Varias veces a lo largo de la serie, un narrador echa una mirada nostálgica a la época Edo, comparándola con la restauración Meiji y la futura época Meiji. En la época Meiji fue cuando Japón empezó a abrirse al comercio occidental, y a eso achacan los autores gran parte de los males del Japón actual. Nos recalcan varias veces la mucho mayor libertad sexual de la época Edo, e incluso en uno de los episodios sale un occidental que ha huido a Japón después de ser perseguido en su país por homosexual. Es cierto que la época Edo podría compararse en este sentido a nuestra Grecia clásica, y había bastante liberalidad (buscad algo sobre los shunga), pero, por otro lado, la japonesa era una sociedad fuertemente feudal, donde estos supuestos privilegios eran disfrutados por una minoría, la clase guerrera gobernante. Resulta irónico mirar con nostalgia una época donde una casta guerrera sustentaba su vida de placeres sobre la semi esclavitud de la casta de agricultores. Todo eso empezaría a cambiar en la época Meiji y la aparición del comercio, que acabaría creando clases medias entre la nobleza samurai y los campesinos indigentes. Además de esta nostalgia, repiten bastante la influencia de los grabados ukiyo-e sobre Van Gogh a la hora de pintar sus famosos Girasoles. No voy a negar la clara influencia del arte japonés en este pintor y en muchos de sus contemporáneos, pero en la serie a veces da la sensación de que toda la cultura occidental es producto japonés. Si quieren ver influencia japonesa en occidente, no creo que sea muy apropiado buscar entre mil recovecos para llegar a demostrar que el grafitti o el hip-hop sean el resultado de la influencia del Japón del siglo XVIII sobre Europa...

En definitiva, una serie estéticamente muy interesante, y también muy entretenida, si obviamos el par de incongruencias que he comentado en el párrafo anterior, que se desarrolla bastante rápido y donde todos los episodios mantienen un buen nivel, incluso un par de episodios de relleno, que llegan a ser dos de los episodios más interesantes: uno con ¡¡¡zombies!!! donde sale nada más y nada menos un zombie que se llama Savini y una fugaz aparición de El Lobo Solitario (y también su cachorro), y otro episodio centrado en un partido de béisbol completamente surrealista, donde el humor aburdo de la serie llega a su cúspide.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya que mencionas a Oliver y Benji, es preciso que reconozca (aunque no haya nada de malo en ello, sino todo lo contrario) que era fiel seguidor de los Supercampeones (no sé si en España se llamaba igual). Y con respecto a las exageraciones, hace poco leí una noticia muy bizarra: aseguraba que, según un ¿estudio científico?, las canchas en las que sacaban a relucir sus extraordinarias habilidades, medían no sé cuántos kilómetros de largo. xD

Muy pintoresco el dato del zombie llamado Savini.

Anónimo dijo...

Yo también soy reacio al manga, por los motivos que expones: tienden a alargar en exceso. Afortunadamente tengo un suministrador oficial del mismo, que sabe que algo de X capítulos no lo voy a ver por más que me insista, jeje. En mi caso me quedo con el anime, supongo que por costrumbre.

No creo que la serie hable de esa mayor libertad sexual ignorando el feudalismo de la época. Al menos no en mayor medida que cuando en Occidente se habla de la época Clásica. Es cierto que por entonces únicamente sólo comerciaban con Holanda, y el desprecio por los extranjeros parece ser la lección de ese extracto.

En cuanto al ukiyo-e, la influencia es innegable, lo cual no significa que Van Gogh pintara ukiyo-e. Influencias.

padawan dijo...

lo de Oliver y Benji es uno de los casos más exagerados que conozco, como eso que comentas de los campos kilométricos, pero vamos, casi todo el anime que he visto estira los acontecimientos en ocasiones hasta el absurdo, supongo que hay que sacar 20 minutos de animación a la semana y es lo que hay. Por eso, Iker, que creo que me has entendido al revés, prefiero mucho más el manga al anime. En el manga las cuotas de publicación no son tan estrictas, y suele haber menos relleno. Además, 15 viñetas de relleno te las puedes saltar en un segundo, pero 15 minutos de relleno te joden 15 minutos de tu vida.

Respecto a lo de la crítica que hacen, sí que resaltan varias veces la supuesta liberalidad de la época Edo, comentando también que se perdió en la época Meiji por culpa de occidente. Vamos, que da la impresión de que los occidentales estropearon el paraíso sexual japonés...

agnes dijo...

alguien me dejó la serie hace un montón de tiempo... la puse en el ordenador...y ahí sigue... ocupando sitio básicamente...
tengo una pereza increible para ponerme a ver capitulos de series anime...
lo mismo ahora que dispondré de algo más de tiempo libre le echo un vistazo a ésta, ya que has sacado el tema :P

Badmotorfinger dijo...

Después de unas súbitas decepciones con el manga y anime (y en especial cierta serie sobre ninjas), los aparqué súbitamente para dedicarme a otras cosas.
Pero este vídeo me intrigó, y la estética es fantabulosa, así que no te digo yo que no le voy a echar una ojeada este veranete. Danke!

Unknown dijo...

Samurai Champloo, qué grande! Me encanta en su totalidad; el rollo de la interacción cultural con occidente siempre lo he mirado desde una perspectiva amable, más como tributos, referencias y autoparodia que como una crítica velada.

Por lo demás, creo que los alargamientos artificiales se dan más, de lejos, en el manga. El anime cuenta con alguna serie inacabable (Naruto, Bleach...) e infinidad que no superan los 30 capítulos.

Suponiendo que no las conozcas ya, recomiendo Mononoke que también goza de una estética... particular, y Ergo Proxy, del mismo estudio que SC, no tienen nada que ver unas con otras pero se salen xD.

Saludotes!

Sari dijo...

Plasti, me has picado, como en tantas ocasiones anteriores, y ahora quiero ver la serie, así que ya sabes... ;P

Respecto a Campeones, nos tuvo a todos creo que pegados a la tele durante años incluso con los capítulos de relleno, como los Caballeros del Zodíaco, pero estoy contigo con que prefiero el manga al anime, puedes leerlo a tu ritmo y llevártelo contigo, es el eterno duelo entre literatura y medio audiovisual y en el cine, por ejemplo, casi siempre suele ser mejor la novela original pero hay obras que merece la pena ver por la fidelidad y perfección con las que son llevadas a la pantalla (aunque suelen ser raras excepciones).

Y me haparecido muy interesante tu pequeña clase sobre la historia de Japón, veo que lo del profesorado te está afectando para bien ^^

Lo dicho, te pediré la serie.
Küsses

Knut dijo...

Yo no soy en absoluto reacio ni al manga ni al anime,. Los defectos que mencionais son demasiado generales y en él se incluye la mierda y lo bueno. Del mismo modo es como decir que el cine occidental no me gusta porque tiende a meter explosiones por doquier, efectos especiales y nada de historia.

Yo aún no he visto nada mejor en animación que casi cualquier cosa de Gimbli, Arjuna o Evangelion, que personalmente creo que está a años luz de cualquier animación hecha en occidente (incluida la ñoña Pixar)

Ya me gustaría a mi que aqui fuese posible la existencia de series como Paranoia Agent, Uzumaki o Boggiebop Phamtom.

No he visto Samurai Champloo entera porque me dormía, la verdad, jejeje

padawan dijo...

LS, me apunto tus recomendaciones, me ha gustado lo que he visto en tu blog :)

Dios, Sara, no me digas que me está afectando lo de dar clases!!!! por que me es mucho más fácil tratar de explicarme por escrito que ante una pizarra.

Knut, claro que son defectos muy generales, pero no creo que afecten por igual a lo bueno y lo malo. Lo bueno suele verse más libres de esa pesada carga que es el relleno y la eternización. Es como lo de las explosiones: Michael Bay tiene que rellenar sus pelis con explosiones, por que no tiene otra cosa, pero luego hay otras pelis en las que están usadas para reforzar una historia