martes, 27 de diciembre de 2005

Acerca de la segunda temporada de Lost

(spoilers, y gordos)


Ayer ví hasta el tercer ("Orientation") y cuarto ("Everybody hates Hugo") episodios de la nueva temporada de Perdidos, intentando ponerme al día con la serie en EE.UU. (intentaré ver entre mañana y pasado hasta el episodio 9)

Como viene siendo habitual, en estos dos últimos episodios mezclan un poco de nuevos misterios con la resolución parcial de algunos anteriores, bien sea en la exploración del interior de la escotilla como en el encuentro con los "otros" del final del segundo episodio ("Adrift").

En cuanto al interior de la escotilla, la trama se basa principalmente en la dualidad fe/ciencia ya presentada en el primer episodio ("man of science, man of faith"), con el enfrentamiento dialéctico entre Locke (del que averiguamos nuevos fragmentos de su pasado) y Jack. Creo que a estas alturas no es necesario decir quien representa cada facción.
Este es uno de los puntos que me ha chirriado un poco de estos dos episodios... la aceptación sin más de algo tan peregrino como la tarea de Desmond en el bunker por parte de Locke, bien puede que sea un paso hasta cierto punto dada la evolución del personaje, pero el que también Jack acabe pasando por el aro es algo que no me termina de gustar. En fin, será cosa de los tiempos que corren, lo mismo te crees que si no metes un código en un ordenador será el fin del mundo como aceptas el diseño inteligente como teoría científica que se ha de impartir en los colegios.


Así que, una vez resuelto lo que hay en el interior de la escotilla, nos dejan unos cuantos nuevos interrogantes, que espero vayan resolviendo poco a poco, sobre todo el papel que juega la Dharma Corporation en la isla, y, aunque no creo que esto vayan a aclararlo mucho, si el dichoso botoncito que hay que apretar sirve para algo.


El otro misterio era averiguar quienes eran los otros que perseguían a Jin tras el naufragio, y, después de que Sawyer reciba un par de buenas (y merecidas) tollinas (a pesar del progresivo cambio de Sawyer hacia una personalidad más "agradable" todavía sigue produciendo cierto cansancio en su eterna actitud chulesca) descubrimos que se trata de los supervivientes que viajaban en la cola del avión.
Una vez más, nos resuelven una pizca de misterio, y nos dan una buena cucharada de nuevas intrigas, ya que dejan en el aire un pequeño asunto: "eran" 23 supervivientes... (aunque supongo que en los próximos capítulos irán contando las desventuras del grupo de cola).

Esto en cuanto a las tramas de acción principales, el otro punto a analizar de cada episodio es la exploración en el personaje de turno.
En el tercer episodio ("Orientation"), como ya dije más arriba, descubrimos nuevas facetas de Locke, como un hombre con bastante miedo al cambio. No sé, me parece un flashback hecho a medida para el climax de este episodio, la decisión de Jack/Locke entre fé y razón, la misma escena final del flashback se produce, ese cambio sufrido por Locke ha de pasarlo Jack, o quizá sea el propio Locke el que necesita dar ese salto, a través del salto de fé de Jack

El cuarto episodio, como parecía indicar su título, explora los miedos de Hugo. Básicamente, el episodio muestra la necesidad de Hurley de ser querido, bien en su vida pre-isla, cuando parece que necesita probar sus amistades antes de que sepan que es millonario, bien en la isla, donde no quiere colocarse en el papel de administrador de la comida del bunker, por miedo a ganarse la
enemistad de los supervivientes.
Sin embargo, me parece más interesante lo que vemos de Charlie en este episodio, a través de Hugo (aparte del guiño en la tienda de discos, con el amigo (fan de Led Zeppelin) de Hurley).
No es Charlie uno de mis personajes más queridos, ya que a lo largo de la primera temporada se me ha hecho bastante pesado, pero en este cuarto episodio tiene un compotamiento bastante infame. El esquema es básicamente el mismo en sus dos discusiones con Hugo: Charlie aparece, casualmente, de muy buen humor y con ganas de charlar con su bueeen amigo Hugo, todo sonrisas y buen rollito, para, inmediatamente, pedir lo que quería. Y, vale, hasta ahí no sería tan grave el asunto, simplemente sería un tipo un poco hipócrita y ya está, pero es que lo peor de su comportamiento es la manera en la que esconde su egoísmo: en la primera ocasión, no es él a quien ha de contar Hugo lo que hay en la escotilla, si no al pobre bebé, y en la segunda ocasión, es a Claire a quien usa para pedir mantequilla de cacahuete, tratando de conseguir lo que quiere de Hugo a través de este burdo chantaje emocional.

Otro de los puntos que se suma Charlie en su marcador de popularidad es su frustración por que no le dejan ser de los guays de la isla. Menos mal que ante Locke admite sin más que está harto de que no le incluyan (vuelve a aparecer el egoísmo: el problema no es que nadie se entere de qué han descubierto en la escotilla, si no que él no se ha enterado), sin utilizar algo así como "es injusto que no le hayais dicho a Claire que hay en la escotilla"...

tras este par de episodios espero que vayan atando algunos de los cabos pendientes, ya que cada vez son más las cosas pendientes de explicación en la isla. Supongo que habremos de esperar para saber algo más de Dharma y sus proyectos de investigación, o sobre los otros, así que me conformaré con que cuenten algo sobre los supervivientes de la cola del avión, que seguramente han descubierto cosas muy interesantes en la isla.

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