jueves, 20 de mayo de 2010

Lost (IIII)

Al final he dejado parada esta miniserie durante demasiado tiempo, así que (supongo) parte de las cosas que quería contar son a estas alturas irrelevantes, ya que han sido sobrepasadas por los episodios que se han ido emitiendo. Sin embargo, en la tercera entrada comencé a hablar sobre un tema que dejé a medias: la relación entre la serie y sus fanboys.

En la entrada anterior comentaba cómo Perdidos ha sido una serie pionera en el sentido de que ha sido la primera (o una de las primeras) series en las que se ha producido una retroalimentación entre los aficionados y los guionistas. Este aspecto es muy importante, ya que es una de las principales características de la serie: desde el primer momento los guionistas han apostado por el misterio como hilo conductor de la serie. Ya en el primer episodio nos dejaban descolocados con unas cuantas cosas extrañas, y desde entonces nos han estado guiando con el palo y la zanahoria, de vez en cuando daban una pista, y a cambio dejaban en el aire nuevas preguntas.

Cada una de estas preguntas era de inmediato objeto de especulación en cientos de foros y mentideros de Internet, gente se dedicaba a crear teorías disparatadas o a recopilar las líneas de investigación abiertas. Y estas teorías y listas eran utilizadas por los guionistas a la hora de seguir escribiendo la serie, como una fuente de posibles soluciones que no se les hubieran ocurrido, o como una forma de medir los aspectos de la serie que más interesaban al público.

Pero esto no era suficiente para algunos, no bastaba con entrar a esas páginas a comentar sus teorías, o no querían calentarse la cabeza pensando en soluciones a esos misterios, así que empezaron a exigir respuestas, y me gustaría recalcar el uso de exigir. Es cierto que la serie siempre ha sido generosa en preguntas y rácana en respuestas, y durante las primeras temporadas muy pocas cosas quedaban resueltas de una manera clara. Pero había pistas, señales para el espectador atento. Y ahí estaba el problema: se necesitaba un esfuerzo para hilar estas pistas con los interrogantes abiertos en la serie, y la mayoría de la gente no quiere (¿puede?) esforzarse.

Ya he dicho antes que esta serie se basa en aceptar el misterio, y no en buscar una explicación. Y también he dicho que esta serie es un reflejo fiel de nuestro tiempo, el zeitgeist de la primera década del Siglo XXI, y como tal, más influenciada por las teorías posmodernas que por la narrativa clásica, así que tenemos que olvidarnos de la realidad objetiva de los modelos tradicionales a la hora de analizar la serie, y, desde un punto de vista posmodernista, entender que la realidad no es inteligible, si no interpretable. Buscar una explicación objetiva es no haber entendido la serie, lo malo de esto es que a la gente no le gusta interpretar, si no que le gusta vivir en base a un marco fijo de normas, en un contexto fijo y bien definido.

Parece que los guionistas de Perdidos se han ido dando cuenta de esto a medida que se acercaba el final, y al hecho que el fanboy, como comenté anteriormente, es alguien sujeto a las más bajas pasiones (genial esta entrada del Parado Amancebado), propenso a pensar con... bueno, a no pensar, antes que pensar con la cabeza, y la última temporada está siendo una temporada destinada a satisfacer al fanboy, cosa que como hemos visto, es imposible. Los guionistas han abandonado el método de las pistas y las miguitas de pan y han optado por el subrayado, por dejarlo todo lo más claro posible.

¿A qué ha conducido esto? A más fanboys furiosos y a preguntas respondidas de forma un tanto cutre, además de a algunas escenas verdaderamente vergonzosas, con los personajes diciendo en voz alta algunas de estas respuestas, como Michael explicando qué son las voces. Para que no queden dudas, para que el fanboy pueda estar tranquilo... ¿cuántas veces se ha repetido un esquema como este en la última temporada?
— ¿Sólo puedes tomar la apariencia de alguien que haya muerto?
— Sí
— ¿Seguro?¿Entonces mi padre eras tú?
— ¡Que sí, cojona!
El subrayado extremo para evitar toda duda, para eliminar cualquier resquicio de ambigüedad.Y es que la ambigüedad necesita de una interpretación o un análisis, con el esfuerzo que esto requiere. Este intento de contentar al fanboy más ramplón y furioso, la serie ha descendido hasta su nivel, y es que no puedes ganar discutiendo con un idiota...

4 comentarios:

kleefeld dijo...

Pues es una pena, la verdad. No soy un gran seguidor de la serie - incluso podría decir que la aborrezco, jaja- pero si la serie ha tenido tanto éxito era precisamente por su aspecto ininteligible y enigmático... Quizás habría sido mejor un final a lo Twin Peaks.

Raistlin dijo...

A mi también me han llamado la atención esas explicaciones tan claras..., de alguna forma ha quedado como un pegote, estoy de acuerdo.

egan dijo...

Los fanboys te odiarán si te leen, sobre todo los más torpones, ja, ja. Pero es que matar el misterio con explicaciones no tiene perdón. Para eso ya existen otros tipos y formatos de narración.

Adrián dijo...

Si el problema no es tanto dejar pistas si no abrir ramas sobre las que no se dice nada. Por ejemplo, qué coño pasa con Walt y sus poderes; porque te insinuan claramente que tiene poderes. ¿Para qué toda la subtrama esa si luego no sirve para nada?

O peor, tanto rollo con Aaron, que si tenía que criarlo Claire que si su puta madre, como si fuera a ser el nuevo mesías, y todo ¿para qué? Otra cosa que metieron por meter y no valía pa na.

Y así medio centenar de subtramas que metieron por meter.