Hace tiempo que no escribía nada sobre Perdidos, algo más de tres años, tres años de una extraña relación de amor-odio con esta serie. La última vez, allá por 2005 ya hablaba sobre una de las características de la serie: el enfrentamiento entre el hombre de ciencia, Jack, y el hombre de fe, Locke, y cómo la serie parecía apostar claramente por el segundo, obligando a Jack a dar un "salto de fe" y aceptar el misterio de la Isla.
Y es que Perdidos es una serie muy hija de nuestro tiempo, de ahí la necesidad de representar el conflicto entre fe y razón, entre fe y ciencia, cada vez más presente en una sociedad que tras unas cuantas décadas de increíbles avances científicos parece necesitada de algún tipo de pensamiento mágico. El ejemplo más claro de este espíritu de los tiempos lo encontramos en la historia de la Isla. Primero, es controlada por la Iniciativa Dharma, una organización principalmente científica, nacida a principios de los años 70, en la era del optimismo tecnológico (aún estaba reciente el alunizaje), y con cierto aire a comuna marxista (los omnipresentes productos de marca Dharma como una economía estatal, los uniformes, etc). Esta iniciativa Dharma es sustituída por los Otros, una especie de culto mistérico, basado en rituales iniciáticos y varios niveles de conocimiento. El líder de esta secta es el único interlocutor con un poder superior, del que obtiene "verdades reveladas".
Y sin embargo, Perdidos no opta por la religión entendida de una forma tradicional, esto es, el cristianismo. La religión de los Otros tiene cierto misticismo de aire new-age, utilizando trucos de pseudociencia, tratando de envolver pensamientos mágicos bajo ropas científicas (el Incidente, causado por una "bolsa de energía", la máquina del tiempo de Dharma, que es destruída para poder mover una rueda más propia de algún templo de Indiana Jones, las teorías de Faraday, el científico loco, etc. ). La mitología creada alrededor del culto a la Isla es bastante complicada, y ahí es donde Perdidos refleja bien el espíritu de los tiempos, y es que es una serie nacida tras la muerte de las grandes ideas, representadas en la Iniciativa Dharma (utopía científica y social), creando un culto sincrético entre todo tipo de ideas comunes a diversas pseudociencias y misticismos.
Pero no es este el único aspecto en el que Perdidos se revela como la serie que mejor refleja la primera década del nuevo milenio. Me gustaría hablar de un par de cosas más, como la metaficción o la toma de consciencia de los personajes respecto a los trucos de guión que hemos visto en los últimos episodios y las teorías conspiranoicas, que también están relacionadas de alguna forma con el pensamiento mágico. Espero sacar tiempo para desarrollar estas últimas ideas y quizá pulir un poco más el tema de ciencia frente a mística.
Y es que Perdidos es una serie muy hija de nuestro tiempo, de ahí la necesidad de representar el conflicto entre fe y razón, entre fe y ciencia, cada vez más presente en una sociedad que tras unas cuantas décadas de increíbles avances científicos parece necesitada de algún tipo de pensamiento mágico. El ejemplo más claro de este espíritu de los tiempos lo encontramos en la historia de la Isla. Primero, es controlada por la Iniciativa Dharma, una organización principalmente científica, nacida a principios de los años 70, en la era del optimismo tecnológico (aún estaba reciente el alunizaje), y con cierto aire a comuna marxista (los omnipresentes productos de marca Dharma como una economía estatal, los uniformes, etc). Esta iniciativa Dharma es sustituída por los Otros, una especie de culto mistérico, basado en rituales iniciáticos y varios niveles de conocimiento. El líder de esta secta es el único interlocutor con un poder superior, del que obtiene "verdades reveladas".
Y sin embargo, Perdidos no opta por la religión entendida de una forma tradicional, esto es, el cristianismo. La religión de los Otros tiene cierto misticismo de aire new-age, utilizando trucos de pseudociencia, tratando de envolver pensamientos mágicos bajo ropas científicas (el Incidente, causado por una "bolsa de energía", la máquina del tiempo de Dharma, que es destruída para poder mover una rueda más propia de algún templo de Indiana Jones, las teorías de Faraday, el científico loco, etc. ). La mitología creada alrededor del culto a la Isla es bastante complicada, y ahí es donde Perdidos refleja bien el espíritu de los tiempos, y es que es una serie nacida tras la muerte de las grandes ideas, representadas en la Iniciativa Dharma (utopía científica y social), creando un culto sincrético entre todo tipo de ideas comunes a diversas pseudociencias y misticismos.
Pero no es este el único aspecto en el que Perdidos se revela como la serie que mejor refleja la primera década del nuevo milenio. Me gustaría hablar de un par de cosas más, como la metaficción o la toma de consciencia de los personajes respecto a los trucos de guión que hemos visto en los últimos episodios y las teorías conspiranoicas, que también están relacionadas de alguna forma con el pensamiento mágico. Espero sacar tiempo para desarrollar estas últimas ideas y quizá pulir un poco más el tema de ciencia frente a mística.